Manos sucias. j.b

Capítulo 36

________ consigue cerrar valientemente la puerta de la habitación, presionando la espalda contra la misma y cerrando los ojos para recobrar la respiración.

—Necesitas terapia —musita Nirvana.

El rostro de la chica se descompone antes de desplomarse totalmente contra el suelo lloriqueando.

—Estaba mejor pensando que me había abandonado —se abraza a sí misma—. Siento que me estoy muriendo.

—Oh, ________ —Nirvana se desploma frente a ella—. Tal vez solo hay que esperar a que recuerde todo.

— ¡No me importa! —chilló dolida—. Justin me está haciendo mucho daño con sus palabras. 

Cuando _______ consigue levantar la cabeza, el rostro está cubierto por las lágrimas.

—Quería tanto estar con él, volver a verlo —gimotea—. Y de verdad me odia.

—Seguro está confundido.

—Pero él sabe que por mi culpa estuvo en coma, que le dispararon. Me lo dijo, sí lo recuerda. Recuerda que fue mi papá. 

—No estoy entendiendo nada, con un carajo. De verdad. Tuvimos que regresar por el asunto de la enfermera.

—No sé donde está y ni me preguntes. No quiero saber nada.

—Es que no sé de donde coños salió la enfermera. Justin no la necesitaba. Para eso estabas tú.

—Dijo que la mandó tu padre.

—Papá nunca me dijo nada, joder.

—Se le habrá olvidado, yo que sé.

La chica vuelve a dejar caer la cabeza sobre sus rodillas.

—No te pongas a llorar —chilla Nirvana—. Tienes que decirme dónde está esa mujer.

—Nir, por favor. Déjame en paz.

— ¡Dime, ya!

La chica levanta el rostro.

— ¡Ya déjame en paz! —sus ojos se humedecen—. Si quieres saber quién es esa mujer, pues búscala tú misma ¡Déjame sola!