Tres Espadas

El Rey (Parte3).

-Entonces, ¿le dejaste la espada? -dice una voz distorsionada a través del comunicador.

-Si, tal como me pidió señor -dice el hombre de los ojos purpuras, dentro de un cuarto oscuro, en alguna bodega abandonada.

-Y la organización Criminal, Anno Draco, ¿Están listos?

-Sí, hicieron lo que usted predijo, cuando les hice llegar la información sobre la máquina restauradora. Cayeron en el anzuelo, piensan que todo está saliendo como piensan, pero no saben que el chico tiene la espada.

-Perfecto. Todo lo predicho se está cumpliendo.

-Señor, ¿puedo preguntarle algo?

-Sí, pero no te aseguro una respuesta.

-¿De verdad cree, que el chico podrá hacerlo?

-Claro, derrotó a Dainan, estoy más que seguro de que...

-Eso no señor -dice con voz profunda-. Replanteare la pregunta ¿En verdad podrá Joel Stark Cruzary, matar a los Dioses?

El comunicador no trasmite ninguna respuesta, el hombre o mujer detrás de todo esto, guardo silencio.

-Señor...

-Sabes que eres mi mejor hombre, te confió esta misión por que se que no me fallaras, así que te contaré lo que profesan las antiguas escrituras:

"Cuando el fin del mundo toque las puertas de nuestros corazones, cuando los dioses se sientan amenazados y manden a sus legiones de guerreros alados, y los demonios se levanten para reclamar lo que creen que les pertenece por derecho, solo un hombre, capaz de controlar a "Las Tres Interfectorem", se levantará y solo entonces, ese día, los viejos dioses caerán, nuevos dioses caerán, los dueños de la tierra caerán y aquellos hombres que se creían sobre humanos, ascenderá".

-El verdadero reinicio está cerca mi viejo amigo, tú eliges si seguirme y ascender, o caer como un humano más.

-Si usted cree que el chico es el adecuado, yo también estaré de acuerdo en su decisión, mi señor.

-Bien, ya sabes que hacer, nunca me diseccionas, así que no empieces ahora -la voz tras el comunicador deja de sonar.

-Bien, Boby, es hora de confesarme tus pecados -se dirige el hombre de los ojos purpuras, a un miembro de la organización criminal, Anno Draco, el cual está atado a su lado.

-¡No, por favor, ya te dije todo lo que querías saber... D-dijiste que me dejarías libre -dijo este con un profundo termo, combinado con una desesperación extrema al saber lo que le iba pasar a su alma.

-Sí, pero no puedo dejar pasar todos esos deliciosos pecados, que llevas dentro de ti -dice con voz profunda y una gran sonrisa-, has sido muy malo Boby, niños asesinados​, mujeres violadas, pecar contra los Nuevos dioses, todo eso y más... Es mi comida favorita.

-¡No, Piedad, NO¡ !!HAAgg... -del grito agonizante al silencio perturbador en un segundo. El devorado de pecados, haciendo honor a su nombre, había ejecutado una de las muertes más horribles que se pudiera sufrir en este mundo.

Nueva Roma, Torneo del Nuevo Mundo.

-Es solo que, la última vez que alguien me acorraló así... mi espada termino dentro de su cráneo -el chico frunció el ceño, al escuchar estás palabras y ordenó a sus compañeros, que me atacaran.

"Que empiece el juego", pienso al esquivar una flecha que se dirigía en mi dirección. Luego otro chico se me acerco por la retaguardia para intentar apuñalaré, pero con mi espada gire y lo lance por los aires. Dos más atacaron a la vez, saque mi segunda espada para defenderme de ambos, con una pirueta le corté la manos uno y un pie al otro, más flechas se dirigieron a mí, pero creando un mini-tornado y me las quite de encima.