Poder, eso era lo que sentía.
Primera vez.
Me encontraba en medio de la selva, tenía 8 días completamente solo, entrenando. Y no un entrenamiento cualquiera, no, me estaba preparando física y mentalmente para usarla. Desde el día del torneo no desenvaino la espada. No por miedo, simplemente no me sentía preparado para tanto poder. Y por eso entrene tan duro como pude.
Entonces, en medio de una noche llena de estrellas, unos miserables cazadores aparecieron, y digo miserables porque luego de saquear un pequeño pueblo "pacífico", que no estaba muy lejos de aquí, raptaron par de mujeres solo para satisfacer sus necesidades más primitivas, en medio del bosque. Donde nadie las podría escuchar gritar, excepto una persona, yo.
Mientras escalaba un acantilado con mis manos desnudas, escuche los gritos de auxilio. Subí lo más rápido que pude y al seguir los augurios di con ellos. Eran unos 20. La mayoría con ropajes de cuero, otros con armaduras especiales para cazar bestias. Dude por un segundo que fueran cazadores. Pero lo que no dude en ningún momento fue en ayudar a esas mujeres. Desde mi encuentro con los "terroristas", no podía ver a alguien en peligro, no lo soportaba, me lanzaba sin pensarlo.
Los cazadores dieron batalla un buen rato, mas no fueron rivales para mí... eso hasta que me confié y un mal nacido me clavo una flecha en la pierna con su ballesta, al intentar sacarla otro me acuchillo la espalda, pronto me vi rodeado, no tuve más opción que desenfundarla. Solo eso bastó para hacerme caer inconsciente. Cuando desperté a la mañana siguiente, solo quedaban cenizas, todo el lugar había sido incinerado.
Pronto descubrí los cadáveres carbonizados de los cazadores a mi lado y no solo ellos, las mujeres raptadas también.
Tenía la cabeza hecha un mar migrañas, entonces escuche unos chillidos, voltee en su dirección y lo fije con la mirada: era rojo, pequeño, bípedo, tenía una cola y cuernos, humanoide. Parecía sostener algo entre sus garras, era una cabeza y se estaba alimentando de su contenido. Sentí deseos de vomitar. Entonces me escuchó, volteo su cara hacia mí, me miró como un animal observa a un humano. Y luego de unos segundos de silencios sepulcral, se lanzó en mi contara.
Caí al suelo de la impresión, este se posó sobre mí, y a base de mordías y rasguños, comenzó a comerse mi carne, lo patee lo más fuerte que pude, pero este no se espantó, siguió su marcha sobre mí y entonces la vi, tome la espada y este al mirarla salió corriendo, perdiéndose entre el follaje del bosque para nunca más verlo.
No podía estar totalmente seguro, pero algo me decía que todo lo que estaba pasando era culpa de aquella cosa. Genere un temor al imaginar que si la seguía utilizando, todo se pondría peor. Desde entonces no la he desenfundado.
Hasta ahora.
Una bestia colosal, de por lo menos casi 10 metros de altura apareció segundos después de que tome la espada. Un gigante de un solo ojo, desnudo, que portaba un tronco como especie de mazo, presenció el momento en el que las llamas cayeron sobre mi cuerpo.
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Tres Espadas
AdventureNos contaron una historia falsa sobre nuestro pasado. Los que viven en este mundo, saben que todo está mal, pero gracias al miedo, nadie hace nada y el que lo intenta, muere. Preferimos vivir felices en la ignorancia, que afligidos en el conocimient...