Salvador o Vengador.

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Desperté en lo que presumo la enfermería de la base, en Hispania XIV. Luego de que la enfermera notará que ya estaba despierto me pidió paciencia, que pronto me visitarían mis compañeros e incluso el Líder Arnaldo.

Note que mi costado, dónde tenía la herida, ahora se encontraba en un mejor estado. La enfermera me volvió a explicar y me dijo que utilizaron una de las mejores tecnologías junto con células madres para poder curar todas mis lesiones, incluido los huesos rotos. Incluso me había colocado nuevos dientes, de esos que me habían removido a puñetazos. Sin duda la mejor familia posee los mejores avances en medicina moderna.

Al cabo de unas horas entraron Mayumi y Cris, todos estábamos completos, y en ese momento, me contaron todo lo que había pasado. Me sorprendí de que Kristen nunca apareciera, pero me dijeron que mandarán un escuadrón de rastreo para dar con su paradero.

—Menos mal —dije, y con nuevas energías continuó—, espero que lo hagan pronto, no creo que vaya a sobrevivir muchos días sola en ese lugar.

—Lamentablemente eso no podrá ser posible, no por ahora por lo menos —anuncia Arnaldo al entrar al cuarto con prisa. Parecía desordenado y algo agitado, como si no hubiera dormido en días.

—¿Por qué? —requerí una respuesta.

—Porque ahora necesitamos a todo el personal posible para lo que está pasando en estos momentos —me miraba casi con lo que podría describir ¿Desprecio?

—¿De qué habla? —me levanté de la cama deshaciéndome de todos los artefactos conectados a mi cuerpo— ¿Y porque me habla de esa forma? ¿Acaso ahora le caigo mal? —este desvía la mirada, respira profundo y cambia de actitud.

—Disculpe Encargado, estas últimas horas han sido un real fastidio. Estaba por explicarle aquí la situación, pero veo que tiene la capacidad de moverse con libertad. Pónganse aquel uniforme y véame en la sala de control en 5 minutos —luego de eso, salió de la enfermería. Mire a mis dos amigos en busca de respuesta pero ambos guardaron silencio.

—Joel te esperaremos afuera —se limitó a decir May. Y aún no había salido de mi trance cuando note algo.

—¿Dónde está? —dije al aire.

—¿Qué cosa? —preguntó Cris.

—La maldita espada —dije escudriñando en toda la habitación para encontrarla.

—Cierto, la intercambie por un sándwich de pollo —lo fulmine con la mirada, pero este se echó a reír.

—Esta guardada, luego te la entregaran —dijo May tomando a Cris de la oreja para provocarle dolor.

—Maldita ninja loc... —No terminó la frase cuando Mayumi lo arrastró por la fuerza a fuera de la enfermería.

Luego de vestirme con una ropa hecha a la medida, un uniforme blanco que tanto Cris cómo May estaban utilizando. Llegue a la sala donde todo parecía más caótico que de lo costumbre.

—¿Que está pasando aquí? —pregunté desconcertado.

—Te diré lo que pasa —dice Fátima al acercarse—, hace 14 horas unas ocho ciudades fueron atacadas por monstruos, que especulamos son demonios. De las 8 ciudades, 3 se encuentran en Europa y una está aquí, en este país. En el nuevo mundo también se vio afectado por una de ellas, más específicamente en la costa oeste de Nueva Roma. Las demás cuatro están dispersas entre los demás continentes.

—Desde hace 14 horas estamos en lucha constante con estos desgraciados. Al inicio mandamos 3 escuadrones de Encargados para que se ocuparán del bastardo que está en la ciudad 7, pero fue inútil. Todos murieron en no más de 10 minutos —continuó la mujer que me había hecho el interrogatorio, creo que su nombre era Wanda.

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