Y nos volvemos a ver (Parte 7): Diamantium de sangre.

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-Lo siento Joel, pero somos mercenarios, no es nada personal -pronunció el desgraciado de Rey, sin ápice de remordimiento por lo que hacía-. Río, Pinzas, ahora el señor Abbas es nuestro empleador, si no quieren morir aquí, será mejor que detengan a nuestros antiguos aliados.

-¿E-es en serio, Rey? -Pinzas parecía desconcertado, no se esperaba este giro, al igual que nosotros.

-Sí, ahora, capturar a los leonianos, es nuestra nueva misión -volvió a ordenar sin vacilar.

-¡Mal nacido, te juro que si le haces algo a May...! -empecé, pero una risa me interrumpió.

Todos quedamos en silencio, excepto esa persona que reía con un tono medio desajustado e irónico, demostrando que la situación en la que estábamos solo era un mero chiste para ella, si, la que reía a todo pulmón era Mayumi.

Tanto la mirada de Cris cómo la mía, demostraban incertidumbre y miedo, ante lo que presenciábamos. Era cierto que antes se había reído momentáneamente, en una que otra ocasión, pero esta vez era total mente diferente, se me heló el corazón.

-¿En verdad creen que me tienen? -preguntó divertida la asesina-, ¿A mí? -volvió a reir-. Si en verdad supieran quien soy, estarían corriendo bajo la falda de sus madres en estos momentos.

-Buen intento Chiyo Mayumi, pero ya te he investigado y no le temo a la hija del cabecilla de tu familia, ya que me enfrento con fuerzas aún más grandes...

-¿Y quién dijo que a quien tienes que temerle es a mi padre o a mi familia? -sonrió-. Es una lástima que hallas cambiado de bando Rey, me caías bien -confesó y una punzada en el corazón me llegó, más los celos desaparecieron muy rápido al darme cuenta de algo.

De un segundo a otro May empezó a despedir vapor de su cuerpo y acto seguido la imagen de la pantalla se fue, entonces lo entendí. "Mayumi no está encerrada con ellos dos, sino que, ambos se encuentran encerrados con May".

Sin agotar un solo segundo, aproveche esa inesperada distracción, mire fugaz a Cris y le lancé la espada, si sus neuronas funcionaban correctamente entendería, por qué lo hice. Y así fue. Las balas llovieron sobre nosotros, mientras que Río y Pinzas se hacían a un lado para no ser atravesados, pero gracias a la velocidad de Cristofer y a la Colmillo de dragón, este pudo detener la mayoría de las balas qué se dirigían a nosotros.

-¡No resistiré por mucho tiempo! ¡¿Qué vamos hacer?! -preguntó algo exasperado.

-No te preocupes, que hay muchas sombras cerca y es de noche, lo que significa que puedo hacer esto -extendí mi mano hacia una gran negrura que tenía a un lado, y active mi anillo Gladio.

Cree una espada completamente oscura, la espada "Sin Fin". La misma que utilice para librarme de Nudillos en la última misión. Ya la dominaba mejor y sabía cómo utilizarla correctamente.

Ahora éramos los dos que estábamos bloqueando disparos a diestra y siniestra, gracias a la habilidad de la espada de absorber cualquier tipo de energía, incluyendo la sintética de las balas, que caían literalmente como moscas, al impactar contra esta.

-¡Hey, ustedes dos! Ahora responden ante Jeremaih, así que hagan su trabajo y capturen a esos leonianos -les exigió Zafar, a Pinzas y Rió.

No había llegado a la mente hasta ese momento, pero era cierto que ahora nuestros antiguos aliados, estaban encontrar nuestra.

-Bueno, no estoy feliz con el este giro -comentó Pinzas desenvainando su espada vertebrada-, pero diré que no lamentaré hacer esto -y acto seguido se lanzó contra nosotros.

Mas Cris aceleró a una alta velocidad y comenzó a correr a mí al rededor, detenía los disparos a la vez que resistía al hombre escorpión.

-¡Oye idiota! ¡No puedo hacer esto por tanto tiempo, piensa en algo, rápido! -insistió.

Tres EspadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora