Esa misma semana, el domingo, estaba entrando a la habitación que ya solo compartía con Khris porque Eva parecía haberse evaporado de ahí, cuando escuche una suave melodía ya conocida para mí. Abrí la puerta y comprobé que ahí estaban Thomas, Eva y Khris, los primeros dos con un instrumento en mano. Una laptop estaba en medio del improvisado círculo que los tres hacían con sus cuerpos.
Se detuvieron cuando me vieron entrar.
—No quería interrumpir —dije caminando directamente a mi cama. Ellos podía hacer lo quisieran mientras yo intentaba leer el onceavo libro de la lista de clase de literatura.
—No lo hiciste —dijo Khris sonriéndome pero Eva hizo una mueca que decía todo lo contrario. Thomas ni se inmuto, pasó sus dedos por las teclas del teclado que tenía sobre las piernas.
—Ustedes sigan, no los molestaré —agregué dándome la vuelta y tratando de ignorarlos. Después de un tenso silencio, donde seguro ellos discutieron como proceder con la mirada o señas, Eva comenzó a tocar el violín.
Intenté, de verdad lo hice, no meterme en sus asuntos, pero la música era hermosa y cuando el sonido del piano (que en verdad era teclado) se introdujo, tuvieron toda mi atención. Tal vez esos chicos no se llevaran muy bien fuera de esas paredes, pero la música los unía. Lo decía porque, aunque se hablaran y se trataran de forma cordial, no siempre estaban juntos; Eva desaparecía por días, Thomas se retraía si ella no estaba y Khris tenía otro grupo de amigos y ahora un novio en el cual canalizar su tiempo. Realmente yo no llamaría amistad a lo que ellos tenían, pero ¿Quién era yo y que sabía de eso?
—Lo siento, ya es un poco tarde para escuchar tus sentimientos —la melodiosa voz de Khris me hizo prestar más atención a sus palabras, quizá ya llevara unas líneas dichas pero me había retraído por unos segundos. Su tono era suave y profundo; lleno de tristeza y melancolía—. ¿Y aún así, porque debería de hacerlo cuando tú no escuchaste los míos? —El tono de los instrumentos bajo durante esa pausa, solo para entrar de nuevo de una manera más violenta—. Error tras error cometiste, pero dime ¿yo tengo la culpa? —claramente la letra tenía el mensaje subliminal de lo que era Achievers.
Cuando ellos terminaron de cantarla dos veces más, no pude evitarlo y hablé, para molestia de Eva que me fulminó con la mirada, ¿cuál era su jodido problema si al inicio parecía que nos llevaríamos bien? Me había agradecido llevarla a esa habitación. No entendía nada.
—La canción es hermosa. Algún día serán un excelente grupo.
—Eso no pasara —acotó Thomas después de reír de forma sarcástica. Antes de preguntar por qué el comenzó a levantarse y guardar sus cosas—. Después de salir de aquí no pienso involucrarme con nadie de este jodido lugar —espetó.
—Yo tampoco —agregó Eva, sorprendiéndome por el tono frio e indiferente que usó.
— ¿Ni entre ustedes? —pregunte escéptica. La pregunta era un tanto venenosa ya que sabía que Thomas le tenía un gran afecto y cariño a Eva, por esto mismo me sorprendió su respuesta tajante.
—No —sin agregar nada más abandonó la habitación tras dirigirle una mirada penetrante Eva.
Ella no tardó en seguirlo en silencio. Y yo, yo no cabía en mi de la incredulidad.
—Imagina esto —habló Khris ganando mi atención cuando se sentó con las piernas cruzadas frente a mí, en mi cama—; has convivido seis años con un grupo de personas que saben tu mayor secreto: eres un bastardo. Han pasado humillaciones juntos, burlas y demás, incluso tú has participado en estas, porque vamos, no es lo mismo ser hijo del anterior presidente de estados unidos a la de un cantante con problemas de drogas. Incluso en eso hay niveles. Entonces vives este infierno con ellos y a meses de lograr salir sabes que no los quieres en tu vida; que no quieres el latente recordatorio de lo que eres —ella se encogió de hombros—. Solo es lógica. Después de la graduación seremos completos desconocidos en el mundo real; a pesar de lo bien que te lleves con alguien. Es inevitable. Lo aceptamos y está bien.
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Al Límite [En Edición]
Ficción GeneralJuliette ha crecido bajo la autoridad, castigos y normas del teniente Cooper Sherwood; un hombre rudo, machista y con poco tacto. Y con George, su hermano mayor. A pesar de lo diferente y cruel que es su vida ella lo acepta, pero una decisión camb...