El 22 de diciembre fue la última vez que actualice, o más bien, la última vez que me pase por aquí. Lamentablemente tan solo un día después perdí a la persona más importante en mi vida. Sé que no soy la única, que el año anterior todo el mundo se llenó de pérdidas y tristeza. No estoy justificando mi ausencia, solo trato de... liberar un poco de mis emociones (porque, de hecho, estar aquí se trata de eso para mí).
Siendo muy sincera una parte de mi estaba evitando la plataforma completamente, y la otra, la añoraba. Y perdón, pero aún no estaba lista, dudo que lo este en este momento, pero no quiero perderlos a ustedes como lectores, o algún comentario que me ayude.
Lamento y siento tu perdida, si pasaste por algo parecido y te lo he hecho recordar. Si todo esta bien para ti, un consejo: valora a tu familia y amigos. En estos tiempos un "te quiero" no sobra.
Cuídate (cuerpo y mente) por favor y que Dios te bendiga.
—Te puedo pedir un favor —le hablé a Khris en la noche. Ambas estábamos realizando tarea mientras Laine no se encontraba ahí.
—Estaba esperando a que hablaras. Eres terriblemente seria —dijo mientras se levantaba de su cama y se sentaba en la mía. Parecía que de pronto alguien le había inyectado una gran dosis de adrenalina—. Moría de ganas de preguntar por tu día pero no quería incomodar. Ya sabes, después de verte golpear a Abraham y enfretarte a Lanie, te tengo algo de miedo. Así que si te incómodo solo dime, sé que a veces habló mucho pero es porque tengo curiosidad. ¿Conoces a la chef Cristina Downey? Aún no puedo creer que haya salido de la cocina, y mucho menos para verte, bueno, no que no lo valgas pero...
—Oye, oye, detente —pedí y ella obedeció. Sacudí mi cabeza y respiré profundamente. No tenía ganas ni paciencia para escuchar, descifrar y comprender cada una de sus palabras—. Hasta el día de hoy no conocía a Downey, lo demás no me interesa y solo te quiero pedir algo, por favor. Estoy cansada y quiero dormir.
Khris me miró con sus enormes ojos café y asintió.
–Puedes pedirme lo que sea, Moore me pidió personalmente que te ayudara en todo lo que necesitaras y lo haré —dijo e inmediatamente mordió su labio inferior como tratando de contener sus palabras. Lo cual agradecí.
—¿Me podrías conseguir un par de faldas más grande que esto? —y señalé la prenda que aún portaba. Absolutamente todo el día había estado incomoda conmigo misma y odiaba ese sentimiento.
—¡Por supuesto! Si no tienes problemas puedo darte dos de las mías. Tengo demasiadas —dijo y se levantó para ir en busca de las prendas. Abrió el closet y saco del fondo dos bolsas negras—. Son totalmente nuevas, no te preocupes. Quizá te queden un poco grandes de la cintura pero con un cinturón se arregla.
Me tendió las prendas y le agradecí antes de medirme una. Ella era más pequeña por lo que la falda si me cubría un poco más y aunque no era mucha la diferencia me sentía más cómoda. Por lo menos ya no se notaba la cicatriz de mi pierna ni la tela se pegaba tanto a mi cuerpo.
Después de eso ambas nos acostamos y me contuve de preguntar por Lanie. No era mi problema. Cuando apagaron las luces ella aún no llegaba y yo no podía dormir. Recordaba los sucesos del día y trataba de darle sentidos a las situaciones y a las palabras sin lograrlo. Y sólo sabía con certeza que mi estadía ahí no sería fácil.
°°°
Las dudas me invadían y estas solo aumentaban a la par de mi desconcierto, pero por el momento no podría hacer nada para menguar ninguna de ellas. Lamentablemente el internado me mantendría ocupada por un buen rato. Los trabajos se me hacían excesivos y las clases eternas y aburridas.
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Al Límite [En Edición]
Genel KurguJuliette ha crecido bajo la autoridad, castigos y normas del teniente Cooper Sherwood; un hombre rudo, machista y con poco tacto. Y con George, su hermano mayor. A pesar de lo diferente y cruel que es su vida ella lo acepta, pero una decisión camb...