"Mirarte a los ojos y poder decir: Gracias a cada uno de los daños que me trajeron hasta ti."
Nuestra Boda había sido perfecta, fue una ceremonia bastante emotiva y que decir de la fiesta, fue todo un éxito, no podía estar más satisfecha con el resultado, asistieron nuestros amigos, conocidos y familiares, disfrutamos y compartimos momentos inolvidables con personas especiales entre ellos Dylan, Indiana, Emma, Aaron, Jules y Harry no pudieron asistir pero enviaron su regalo y una nota en la cual se disculpaban por no asistir, el motivo es que Jules había sido contratada para un desfile de modas en New York y no podía faltar, se me hizo un hermoso gesto de parte de Harry el que acompañara a Jules y estuviera poniendo de su parte para que su relación funcionara , es un día que sin duda nunca voy a olvidar, y lo mejor de todo fue nuestra noche de bodas, nuestra primer noche como marido y mujer, Diego y yo planeamos un viaje de luna de miel a uno de mis lugares favoritos, Paris, una ciudad ideal para una pareja de recién casados, además que nunca había viajado a este lugar, siempre había soñado con conocerlo y hacerlo con mi esposo, es una de las mejores experiencias que pude haber tenido, cuando llegamos a Paris, solo con ver las calles, su arquitectura quedé maravillada, Diego días atrás me había contado que él y su familia habían viajado una vez a París y que sin duda era un lugar maravilloso, nuestra primer noche de casados sin duda había sido algo maravillosa.
Diego había preparado una cena romántica para nosotros dos, entre risas y una plática amena terminamos de cenar y subimos a nuestra habitación, obviamente como toda pareja, Diego me cargó en sus brazos, es una tradición típica de los recién casados, cuando entramos a la habitación, la habitación estaba totalmente arreglada con flores, velas aromáticas y en la cama se encontraba un corazón formado con pétalos de rosas con las iniciales D & A, Realmente todo lucía perfecto, Diego y yo estábamos tomados de la mano y fuimos acortando distancia para unirnos en un beso, el beso fue lento pero apasionado, Diego me sostuvo de las caderas, mientras yo tenía mis manos en su cuello, Diego con sus manos alzaba mi vestido pero con mi mano lo detuve.
– Sucede algo Abby. – No solo que esta noche quiero usar algo especial para ti. Mis mejillas estaban rojas, aun, me sonrojaba frente a Diego.
– Apuesto que lo que usarás esta noche, fue un regalo de Indiana y Emma. – es algo predecible, conoces bien a mis amigas, cuando preparaba mi maleta, insistieron que debía usarlo, aunque si te soy sincera, me gustaría usarlo para ti esta noche.
– Por mí no hay problema Abby, si tú estarás cómodo con ello, adelante bebé. –perfecto iré al baño a cambiarme. – Tranquila, esperaré aquí, mientras serviré champagne a nuestras copas.
Unos minutos después salí del baño, Diego me observaba con detenimiento, como si yo fuese lo más hermoso que pudiera ver, usaba un baby doll negro de encaje, que para ser honesta no dejaba mucho a la imaginación, Diego se encontraba sentado al borde de la cama y lentamente me acerqué a él, me incliné hacia abajo para apoderarme de sus labios y así lo hice, nos unimos en un beso, él me tomó de las caderas y me sentó encima de él, susurró algo en mi oído.
– Abby luces hermosa, me encanta el Baby Doll, debo de reconocer que las chicas nos han hecho un buen regalo, lástima que en un par de minutos, la ropa estará en el piso. Me hizo gracia su comentario, solo reí en voz baja, el continuo besando mi cuello, acariciando lentamente mi cuerpo, yo hice lo mismo con él, besaba con detenimiento cada centímetro de él, lo que me gustaba de Diego, es que a veces me dejaba el control a mí, en alguna ocasión me comentó que de eso se trataba de hacer el amor, que ambas partes experimentaran, que ambas partes disfrutaran, que no solo uno tenía que disfrutar, si no que ambos tenían que hacerlo, supongo que de eso se trata una relación, solo importa la parte afectiva si no como te comunicas con ella en la intimidad, y eso era lo que me agradaba, que ambos sabíamos comunicarnos por medio de nuestros cuerpos, al finalizar nuestro actor de amor, Diego siempre tenía la costumbre de hacer círculos en mi espalda, mientras yo me recostaba en su torso y acariciaba su cabello, sin duda no cambiaría a este hombre por nada del mundo, siempre hacía como hacerme feliz, esa sin duda fue una de las mejores noches que pasamos juntos, cuando llegáramos a Londres buscaríamos nuestro propio departamento y empezaríamos nuestra vida juntos, pero lastimosamente nuestro planes no dudaron para siempre, como nos íbamos a imaginar que lo peor estaba por suceder, que el destino tenía otros planes para nosotros, como me iba a imaginar que aquella noche iba perder al amor de mi vida......
"Pusiste las nubes a mis pies y no para evitarme todas las caídas, si no para enseñarme que si había que caer, porque todos los caminos se habrían vuelto de algodón. Conseguiste que pudiera acariciar cualquier cielo y no tuve ni que levantar los pies del suelo, volviste flores todas las espinas, dejaste mi pecho cuajado de flores y me dijiste que cada primavera deberían volver a nacerme estuvieras tú aquí o no porque los jardines, me contaste, se mantienen vivos solo si sabemos cuidarnos y gracias a ti yo descubrí que no hay mejor agua para mí que tú".
Hola y es aquí donde comienza la acción de la historia y los momentos tristes de esta historia, muchas gracias por seguir leyendo la historia y por darle una oportunidad, siempre se los he dicho su apoyo es muy significativo para mi, siempre se los agradeceré, espero disfruten del capítulo, disculpen si hayan algun error, en cuanto tenga tiempo los corregiré, también disfruten del video que he preparado en honor a Diego y Abby....
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El Diario De Una Chica Gorda
Fiksi Penggemartodos hablan de una chica delgada, bonita, una chica popular, que lo tiene todo en la vida solo por ser delgada y tener un cuerpo perfecto y de envidia, pero quien se fija en una chica cuya curvas solo las ha visto en las carreteras, cuando al verse...