Una sombra y un niño llamado Harry Potter

324 16 5
                                    

[¡Hola! Al final del capítulo voy a pedir vuestra colaboración para un tema de la trama. Disfrutad de la lectura, luego veréis]


Albania, agosto de 1991

Un joven mago llevaba horas en un frondoso bosque, dedicado a sus investigaciones, cuando notó un movimiento insospechado. "Será un animal", intentó tranquilizarse a sí mismo. Pero en el fondo, sabía que se trataba de otro ser.

El mago oyó un silbido. Giró la cabeza y volvió a percibir ese movimiento. Parecía algo movido por el viento, sin embargo, apenas corría el aire.

-Puedo darte todo lo que quieras -dijo una voz, clara y muy fría-. Sólo tienes que hacer lo que te pido.

El joven miró a su alrededor. No había nadie capaz de hablar por allí cerca, tan solo una araña grande.

-Te conozco, Quirinus Quirrell -añadió esa gélida voz.

Procedía de la araña, pero no era el animal quien hablaba. Alguien o algo la poseía. Por su parte, el joven dio un respingo. ¿Cómo sabía su nombre?

-Sé que trabajas para Dumbledore -afirmó la extraña voz-. Pero yo puedo... hacerte una oferta mejor.

Ese ser tenebroso llevaba un tiempo observando a Quirrell .

-¿Có... co... co... co... cómo sabes mi... n... nombre? -inquirió Quirrell, nervioso.

El ser soltó una friísima carcajada.

-Sé muchas cosas sobre ti -contestó-. Pero no pienso contarte cómo las he averiguado. Sé que Dumbledore te ha encomendado una misión y que trabajarás de profesor en Hogwarts durante el próximo curso. Para él sólo serás un sirviente. Conozco bien a Dumbledore, hazme caso. En cambio, yo puedo ofrecerte algo mejor. Escucha, muchacho, no existen ni el bien ni el mal. Tan sólo existe el poder, y aquéllos demasiado débiles para ejercerlo... Juntos conseguiríamos grandes cosas. Pero si no aceptas... no dejaré que te marches así como así.

Quirrell estaba atemorizado. No había duda: aquel ser tenía que ser Voldemort. Sabía que hacía años, un muchacho llamado Severus Snape había logrado vencerlo en un duelo, pero a Quirrell, el miedo lo paralizaba, no se creía capaz de luchar. ¿Y si algún seguidor de Voldemort estaba por allí escondido? ¿Y si eran muchos?

Quirrell elaboró un plan aceleradamente. Ahora le diría que sí a Voldemort para que no lo matase, y luego, con más calma, ya se le ocurriría algo para librarse de él (eso pensaba de momento).

-Claro que acepto -contestó Quirrell-. Mi señor...

Entonces, una sombra salió del cuerpo de la araña, y el animal cayó muerto en el acto. Voldemort le había chupado toda la energía. Y la sombra se fundió con el cuerpo de Quirrell, como si se tratase de un fantasma, pero en vez de atravesarlo y salir por la espalda, se quedó allí dentro. Ahora, Voldemort tenía un hogar mejor que aquellos animalillos a los que chupaba la energía.


Hogwarts, finales de agosto de 1991

-...Y por eso, la Piedra Filosofal será trasladada a Hogwarts -estaba explicando Dumbledore, en la sala de profesores.

El director creía que el banco de Gringotts no era lo suficientemente seguro para custodiar la Piedra, así que había decidido esconderla en Hogwarts, y acababa de pedir a varios profesores que pensasen pruebas para protegerla.

Severus Snape, presente en la reunión, miró de reojo al nuevo profesor que tenía a su lado. Parecía muy nervioso y tartamudeaba al hablar. "¡Y a éste le ha dado Albus el puesto de Defensa Contra las Artes Oscuras!", pensó Severus, muy decepcionado. Y al término de la reunión, el profesor de Pociones se quedó en la sala, únicamente en compañía de Dumbledore.

Una Evans en SlytherinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora