-¡Mocosos endemoniados! -gritó Severus-. ¡Vuestra casa de Gryffindor sí que es una basura!
Era domingo a primera hora de la mañana. El profesor acababa de entrar en la enfermería y se había encontrado a Sophia Evans con la cara pintada de rojo y amarillo (los colores de Gryffindor), con unas letras sobre la frente y los pómulos que decían: "Slytherin basura".
-¡Severus! -exclamó la señora Pomfrey, acercándose a él a toda prisa-. ¿Qué voces son éstas? Vas a despertar a los enfermos... ¡Hombre, por favor! Gritando ya a primera hora...
-No me parece a mí que tengan el sueño ligero estos enfermos -observó él. Señaló a Sophia y añadió-: ¡Mira! Unos vándalos han entrado aquí y le han pintado la cara a la señorita Evans. Y nadie se ha despertado. Qué poca vigilancia... Tú eres la encargada de la enfermería...
-Yo necesito mis horas de sueño, como todo el mundo -repuso la señora Pomfrey.
Ella se sacó la varita de la túnica y acercó un pañuelo.
-Ya le lavo yo la cara a la niña -dijo la enfermera-. Vete a desayunar, Severus. Qué manía te ha entrado ahora con venir a la enfermería, ¡por favor...!
Severus estaba furioso; no soportaba que los compañeros de Sophia hubiesen entrado allí para burlarse de ella.
-Directos a Azkaban tendrían que ir los de Gryffindor -dijo él-. Panda de inútiles...
-Buenos días, Severus.
El profesor miró hacia atrás y vio a Lily, que acababa de llegar a la enfermería. No podía ser. Él otra vez metiendo la pata; trató de solucionarlo como pudo.
-¡Lily! Buenos días -dijo-. Me refería... a unos alumnos... a unos alumnos en concreto, no a todos los miembros de Gryffindor. Hay gente de Gryffindor que no es inútil... en absoluto.
Lily estaba sonriendo al ver a Severus metido en ese enredo.
-Mira -añadió el profesor-. Han entrado de noche y le han pintado la cara a tu hija.
A Sophia la había despertado el contacto con el agua que estaba usando Pomfrey para limpiarle la cara, pero aún seguía adormilada.
-Mamá... -llamó la niña, al ver a Lily.
Ésta se acercó y le preguntó qué tal estaba.
-Me duele -dijo Sophia.
Lily iba a besarla, pero no pudo porque Pomfrey seguía frotándole la cara.
-¿Qué pasa? -preguntó Sophia, que no entendía por qué la enfermera hacía eso.
-No es nada, cariño -contestó Lily.
Pero Sophia se iba espabilando y se dio cuenta de que Pomfrey le limpiaba pintura de la cara.
-¿Por qué tengo la cara pintada? -inquirió.
-Eso les preguntaré yo a tus compañeros -intervino Severus-. Se creen muy graciosos, pero les va a salir cara la broma. Un mes de castigo con Filch, y...
Pomfrey miró hacia atrás y lo interrumpió:
-¿Aún estás aquí? Vete a desayunar y echa un buen chorro de filtro de la paz en el café. Ya pensando en los castigos desde primera hora... Hombre, por favor. Déjame hacer mi trabajo.
-Frotarle la cara a una niña con un pañuelo... ¿Tanta concentración requiere?
-No, pero ahora le toca tomar las pociones y que le cambie las vendas -respondió Pomfrey.
-Está bien, iré a desayunar -concedió Severus-. Pero a ti tampoco te sobra el filtro de la paz.
Pomfrey iba a contestar, sin embargo, la dulce voz de Sophia hizo que se guardase sus palabras.

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Una Evans en Slytherin
Fiksi PenggemarSeverus quiere retomar su amistad con Lily. Así pues, emplea una poción con ella para hacer que quiera oír sus disculpas. Pero la poción está adulterada, Severus no lo sabe, y sucede algo inesperado... En esta historia, Lily no le hace ni caso a...