Culpa

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- Esta película es un asco - me quejé mientras le daba una mordida a mi aburguesa.

-Yo pienso que es muy hermosa- hablo Lorenzo al borde de lagrimas haciéndome rodar los ojos.

-Eres un llorón- rió.

-Shh. Esta es la mejor parte.

Me rió nuevamente y me levando para traer una jarra de limonada de la cocina.

Mamá ya se esta tardando. Suspiro.

Esta molesta, y estoy algo asustada.

¿Que podría hacerte?

Mandarme a un internado del otro lado del mundo.

-Estoy perdida- apoyo mis codos sobre la encimera deslizando mis dedos por mi cabello -No puedo morir sin haber tenido un solo novio.

Eso seria demasiado cruel para mi.

El ruido de la puerta principal abriéndose me alerta, voy corriendo a la sala para encontrarla ahí parada, parecía cansada y su rímel se le había corrido un poco.

-Buenas noches señora Cooper- saluda Lorenzo.

-Buenas noches.- su mirada se enfoca en mi, pero lo que dijo a continuación fue dirigido a Lorenzo -Quisiera conversar a solas con mi hija, por favor.

Que ni se atreva a dejarme.

Lorenzo asintió y se despidió de ambas para al final dejarnos solas.

Traidor.

Oh, y ahora quien podrá ayudarme.

-Castígame si quieres, no me importa- dije después de un largo silencio.

-No lo aré. Eres grande y sabes lo que haces. - dijo en un tono calmado.

Su calma despertaba una sensación nada agradable en mi.

-¿Quieres olvidarlo? Bien. Eso es tú problema, no el mío.- y con eso se dio la vuelta y subió a su dormitorio.

¿Como lo olvide?

Que yo sepa no es su cumpleaños, ...tampoco el mío.

¿Que día es hoy?

Demonios...

Hoy es el cumpleaños de papá.

¿Como es posible que lo haya olvidado?

Al darme cuenta de lo que había hecho subí lentamente las escaleras para pararme en frente de la puerta de mamá.

Toque la puerta hasta que ella me dio permiso de entrar. Estaba sentada en su cama, con un frasco de pastillas para dormir al lado.

-Lo olvide, lo siento- entre y cerré la puerta tras de mi. Ella ni siquiera volteo a verme -Mamá, dije que lo sentía.

-Te escuche.

-¿estas molesta?

-No- su desinterés me hacia sentir más culpable.

-Iré a verlo mañana, hablare-

-No lo hagas. No tienes que hacerlo si no te importa.

-Si me importa.

-Karim, estoy cansada. A sido un día difícil.

Asentí pero no me moví, me quede esperando a que me echara, pero no lo hizo.

Lo siento.

¿Que mas puedo hacer?  En verdad me importa, en verdad estoy arrepentida.

-Quiero estar sola- dijo al fin.

Salí de su cuarto, me quede quieta justo en el pasillo. Una lagrima gruesa corrió por mi mejilla, la quite y camine hacia mi cuarto para abrazar a la almohada: tal vez la única en esta casa a quien podía abrazar cada que estaba sola o me sentía triste.

Odiaba esta sensación, y odiaba la manera que tenia ella de hacerme sentir culpable.

Eres Mi Mejor PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora