Reconciliaciones, confesiones y muchas emociones.

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Estoy en mi cuarto terminando de alistar las cosas para el campamento.

Me levante tarde ya que olvide poner la alarma. Vaya novedad.

(***)

Mamá me deja en la casa de Lucas dándome un manual con todos los números a los que hay que llamar cualquier emergencia. Los recibo sin mencionar que probablemente no tenga señal.

Una vez entre a la casa de Lucas su mamá nos reúne para tomarnos una fotos. Al terminar la cesión fotográfica todos subimos al carro y partimos.

En el camino todos se pasaron haciendo bromas y cantando canciones de primer grado, era divertido ver como León no se sabia ninguna de ellas y nos miraba como si fuéramos unos locos.

(***)

Cuando llegamos, su mamá nos dejo y nos dijo que nos cuidemos entre si, todos asentimos y se marchó.

Lo primero que hice fue observar el bosque y respirar hondo. Queríamos montar la tienda en el interior del bosque por lo que nos pusimos en marcha.

-Acá podríamos armar el campamento -dice Lucas poniendo su mochila en el suelo.

-Yo creo que deberíamos adentrarnos mas -dijo Lorenzo.

-Yo también creo que deberíamos adentrarnos mas -dice Sara.

-Ay que adentrarnos un poco mas -digo en tono suave levantando la mochila.

-De acuerdo -asiente Lucas recibiendo su mochila.

Nos adentramos un poco mas, caminamos mucho, lo bueno fue que al final encontramos un buen lugar para estar.

Habían muchas ramas con las que se podía hacer una fogata. Armamos la tiendas y decidimos explorar un poco.

-Tengo hambre -se queja Lorenzo.

-Pero si comimos hace unos minutos -responde Sara.

Sara y yo solíamos molestar a Lorenzo por su gran apetito.

-Tu nunca cambiaras -digo mientras niego con la cabeza.

-!Las dos se han aliado contra mí no? -dijo Lorenzo haciéndonos sentir incomodas.

-Chicos ¿piensan quedarse ahí todo el día?-nos grita Lucas desde lejos.

-Ya vamos -grita Sara y avanza.

Nos detuvimos a descansar y Lucas propuso jugar algo.

-Juguemos algo -dice Lucas.

-Que cosa -dice León.

-Juguemos a las escondidas -propuso Sara.

–¿Es que acaso están en primaria?- comenta Leon divertido.

-Oh ahora veras lo divertido que puede ser- respondo.

Claro, siempre y cuando no te toque contar...

A la que le toco contar fue a mi. Estúpido juego.

-¡Listos o no aquí voy!

Vi a mi alrededor no encontré a nadie. Se supone.
A Lorenzo siempre le gusto subirse a los arboles así que empecé a mirar hacia arriba, después de un rato lo encontré, estaba subido a un árbol no tan grande y trataba de subir mas, pero su camiseta se había enganchado en una rama.

-Te encontré!

-Te felicito. ¡Ahora ayúdame!

Estaba colgando de una rama, era la situación perfecta para vengarme de todas las que me hizo.

Eres Mi Mejor PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora