Atrapados 1/2

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–Mierda Leon. Me as pisado– digo quitando mi codo de la cara de Mark.

–Dejare de pisarte cuando alejes esa rodilla de mi costilla– se queja con una mueca de dolor.

–Oigan. Tengo que usar el baño– se queja Emma.

–¡Emma! Estas clavando tus uñas en mi brazo– se queja Sara con una mueca de dolor.

–Yo no soy. Es Lorenzo– se defiende.

–Es que Lucas me esta empujando, me duele mi brazo– dijo Lorenzo acomodándose.

–Que alguien nos saque de aquí– lloriquea Emma.

–Esto no hubiera pasado si ustedes no nos hubieran seguido.–dijo Mark.

–¿Quien los seguía? Nosotras vinimos a recoger unas cosas para el profesor.

–¿A altas horas de la noche y justo en el cuarto de limpieza?– cuestiona Lorenzo.

–Si ¿algún problema? Ademas tu fuiste el que nos encerró. No te atrevas a culparnos.– dijo Sara.

Muy bien. Se preguntaran como es que  quedamos todos aquí en el cuarto de limpieza en posiciones incomodas. Bueno, al parecer eso es lo que pasa cuando entras a la escuela sin el permiso de los profesores a altas horas de la noche.

–Chicos de verdad necesito ir al baño.

–¡Ni siquiera lo pienses!– gritamos todos al unísono.

Y claro todos estábamos de malhumor puesto que llevábamos mas de una hora aqui encerrados.

Tranquilos le diré como es que terminamos en esta extraña situación después de un incomodo y tranquilo día de estudios.

Hace unas tres horas atrás...

¿Como demonios acabaremos todo esto para mañana?– me quejo desordenando mi cabello en frustración.

–Avanzaríamos mas rápido si Mark hiciera algo– dijo Leon dandole a Mark una mirada acecina.

–Cállate y continua con lo tuyo. Karim esta haciendo mi parte.– le grita.

–¿Disculpa? ¿Que dijiste?– pregunto indignada. El voltea y me guiña un ojo lo cual hace que Leon frunza el ceño y voltee a mirarme.

Yo trago grueso y evito su mirada. Mi pobre corazón es la víctima. No deja de latir cuando me mira con tanta profundidad que me sudan las manos.

Después de clases habíamos quedado en reunirnos en mi casa par terminar el trabajo. Debimos haberlo avanzado ayer, no nos dimos cuenta que era demasiado. Ahora necesitamos terminarlo para mañana, y seria mas sencillo sin Mark hiciera algo y Leon deje de quejarse por todo.

El profesor nos había entregado preguntas que teníamos que resolver cuando termináramos y después...

–Oh mierda– murmuro, pero todos lo escucharon.

–¿Que pasa?– pregunta Mark sentándose de una manera decente en mi sofá.

–Las preguntas. No están, debí dejarlas en la escuela.– Leon bufa y Mark parece no entender el problema.

–Podemos hacerlas mañana ¿cual es el problema?– se encoge de hombros.

–El problema es que son mas de cincuenta malditas preguntas. No las terminaremos mañana.– dijo Leon frustrado.

–¿Ahora que aremos?– me siento demasiado culpable, y al parecer ellos lo notan porque Leon ablanda el ceño fruncido.

–¿Donde las dejaste?– pregunta Mark.

Eres Mi Mejor PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora