Castigada

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Suelto una sonrisa histérica y me volteo a enfrentarla–¿Cómo me llamaste?

Ella me da una sonrisa de boca cerrada y avanza un paso– Pe-rra.

Mi cara se volvió roja de coraje. Quería golpearla tan fuerte, pero no me lo permitía, Sara fue mi amiga, y no le parto la cara por la consideración que aún le tengo.

–Tus palabras valen nada para mí ¿sabes?

Ella aprieta la mandíbula y me mira con tanta rabia. Si fuera posible matar con la mirada, yo ya no viviría para contarlo.

–Claro. A las perras como tú nada les importa– me da una sonrisa con sorna y yo aprieto mis puños a mis costado.

–Dices esa palabra una vez más y te juro que–

–¿Cuál palabra? ¿Perra? Ja. La verdad duele ¿no?

A la mierda con el autocontrol, a esta chica le descalabro.

Antes de darme cuenta ya estaba encima de ella jalándole el pelo, pero no, ella no se quedaba atrás, ella hacía exactamente lo mismo.

Ella clavo su rodilla en mi costilla haciéndome retroceder, luego ella se lanza sobre mí para arrancarme más mechones de cabello.

En un momento se me cruzó por la cabeza hacerle cosquillas.

¿Qué? Siempre funcionan.

Yo la quito de mi encima con un manotazo y ahora yo estoy arriba de ella.

Fue en ese momento cuando Lorenzo entro y nos obligó a separarnos con la ayuda de otros chicos. Los profesores entraron y amablemente nos invitaron a acompañar a Lucas y León.

Y ahí estábamos los cuatro. Todos con la cabeza baja y el director dándonos una mirada de desaprobación.

–No puedo creer todo este alboroto que causaron. Y menos de usted señorita Cooper.

–Fue Sara la que empezó a insultarme– me defiendo pero de inmediato me calla.

–Es mentira. Solo mira cómo me a dejado. Mire mi pelo– pongo los ojos ante ese comentario.

–Estar con Emma te afecto en las neuronas. Solo escuchate, ya hablas como ella.– la acusó.

–Prefiero juntarme con Emma que con perras–

–Las dos guarden silencio– ordena el director y ambas obedecemos.

El resto estaba escrito. Nuestros padres vinieron nos dieron el sermón de nuestras vidas, en especial a Sara, que tuvo la mala suerte de que su hermano mayor tomará el teléfono. En un momento sentí lastima por ella, pero luego recuerdo que es una maldita bruja y se me pasa.

Nos suspendieron a los cuatro por una semana.

Mama no dijo nada en el camino de regreso, aveces me lanzaban miradas pero yo las evitaba. Tampoco estaba de humor para hablar.

En cuanto llegamos a la casa yo estaba subiendo las escaleras cuando mi madre habla:– Tu no vas a ninguna parte hasta que me expliques todo lo que acaba de pasar.

–Mama de verdad no tengo ganas de hablar.

–No te estoy preguntando ¡Vas a bajar y sentarte en ese sofá y no te vas a mover hasta que me expliques absolutamente todo!– pegue un salto de sorpresa por lo sería que sonaba, no podía responderle, solo obedecí.

Estamos sentadas en los sofás de la casa, ella está esperando a que diga algo, pero no se como explicarlo.

–Karim, no tengo todo el día.

–Mama yo...

Vamos Karim, solo di lo perra que fue tu amiga todo este tiempo y líbrate de toda culpa.

¿Desde cuándo mi conciencia es tan amarga?

–Han pasado cosas últimamente– comienzo– cosas que no han sido fáciles de manejar. Empezando con que...–hago una pausa– Sara quería a Lucas al igual que yo, y Lucas quería a Sara, pero luego él se confesó, Sara le dijo que no, luego yo me confesé y luego él me dijo que si, luego León se me confesó, y yo fui ofensiva con mis palabras. Nos peleamos y amistamos luego Sara se enamora de León y creo que yo también y ya no sé qué hacer por qué Lucas me quiere y creo que yo quiero a León al igual que Sara pero él siente cosas por mí al igual que Lucas– Listo. Lo solté todo de golpe. Uf, siento que me quite un peso de encima– ¿Entiendes?

Mi mama apenas parpadea, se quedo perpleja por todo lo que dije, mucha información para asimilar en un segundo.

–¿Mama?

–Eh, si lo siento.– menea la cabeza–Es que nunca pensé que tu vida sentimental estaba tan activa. Siempre creí que eras una adolescente aburrida y antisocial. Cuando tenía tu edad las cosas eran más simples, claro que tu padre no me las puso fáciles, pero bueno. Oh cariño, cuanto lo siento. Ahora te entiendo.

¿Me acaba de decir aburrida y antisocial y espera que haga conque no pasó nada?

Me siento indignada, pero sé que es verdad, o más bien, era verdad.

–Esto es muy complicado, cuando Sara me dijo 'perra' no pude evitar saltar y hacer que se arrepintiera.

–¡Karim!

–¿Que no escuchaste que me dijo perra?

–Lo escuche perfectamente. Sara es tu mejor amiga, a estado en los momentos más importantes de tu vida. No pueden golpearse dentro de su escuela. Eso está mal.

Nunca pensé que estuviera bien.

–Mama, Sara ya no es mi amiga, y me lo demostró hace mucho.

–Ambas cambiaron, pero no puede terminar una amistad de años así como así.

–Si puede. Ella me lo demostró.

–Cariño. Siento mucho que estés pasando por esto y también siento darte más problemas.

–¿Qué?

–¿No esperabas que no recibirás un castigo después de agarrarte de los pelos con una chica en la escuela, no?

–Pero creo que ya te lo había explicado todo.

–Lo siento ¿Qué clase de madre sería si no recibieras un castigo por lo que hiciste?

–O no se. Tal vez La madre que apoya a su hija.– digo con sarcasmo.

–Tu castigo será nada de salidas a ninguna parte hasta que acabe tu suspensión. También tendrás que entregarme tu teléfono y te queda suspendido cualquier aparato electrónico.

Tengo la madre más cruel del mundo.

–¡Mama eso no es justo!

–Lo es para mí. No podrás salir de tu habitación en todo el día. Estas castigada señorita. Te amo cielo– se levanta y sube a su cuarto– Si necesitas algo sabes dónde encontrarme.

–Si. Solicitó un cambio de madre por favor– dije en un susurro que para mí mala suerte ella escuchó.

–Oh eres una niña mala. Tendrás que lavar los platos y regar el jardín en tu tiempo libre.

–Esto debería ser ilegal. Me estás explotando.

–Lo siento, cariño. Mama, es la ley.– dijo antes de perderse en las escaleras.

Esta va a ser la semana más larga de mi vida.

Eres Mi Mejor PesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora