Me había costado mucho trabajo en levantar esos muros que me mantenía alejada de las malas experiencias. No salía a fiestas, no me arriesgaba a conocer mas gente, y no me molestaba la imagen de chica aburrida y antisocial que veían todos.
Ahora que salí de la burbuja en la que estaba metida era vulnerable a todo.
Habían cosas que no conocía de Mark, cosas que no podía ignorar.
Cosas que hacían querer alejarme.–Mark, responde– pedí al ver que no tenia intención de decir algo.
Su expresión estaba en blanco, no sabia si estaba molesto o sorprendido por lo que dije.
–No entiendo porque me preguntas eso.
–Quiero conocer a la persona con la que tengo algo. No se nada de ti.– quise explicar, pero pareció no entender por la clara molestia que expresaba.
–No, me acabas de preguntar el porque quiero lastimarte.–suelta una risa sin ganas –¿porque crees eso?
–Yo no– mis palabras quedaron suspendidas en el aire. No sabia que decir.
–¿Me tienes miedo? Dime ¿es eso?
–No– aunque pusiera mi mayor esfuerzo no era tan buena mintiendo.
El se quedo un rato mirándome, estudiando cada parte de mi rostro. Me sorprendió ver como sus labios se curvaban en una sonrisa.
–No tienes nada que temer– jala uno de mis brazos atrayéndome hacia él para atraparme en un abrazo.– pregúntame lo que quieras. Yo responderé a todas tus dudas ¿si?
Asentí lentamente alejándome de él.
–Faltas mucho a la escuela. Quiero saber que haces durante ese tiempo.– el asintió sin siquiera incomodarse por mi pregunta.
–Hoy fui a visitar a mi mamá al hospital. Ella esta muy enferma.
–Y tu ¿papa?
El se encogió de hombros– No lo conozco, ni siquiera mi mama lo conoce.
–¿Con quien vives?
–Vivo con mi abuela. Es una persona excelente, la mejor mujer que eh conocido. Ella es muy importante para mi.
No se molesto en ocultar el gran cariño que le tenia a su abuela, era tierno.
–Y... ¿tienes hermanos?
Al realizar la pregunta Mark se tenso y desvío la mirada al suelo.
–Si, tenia una.
–¿Tenias?
–Si, pero ella murió hace muchos años.
–De verdad lo siento, no lo sabia.
–No, esta bien, me hace bien hablar de ella. Ella era una gran persona, ella era la que nos mantenía unidos y la que se esforzaba trabajando cada día mas para pagar el tratamiento de mi madre.
Sentí curiosidad, sabia que lo correcto era no pregunte pero igual lo hice–¿Como murió?
Sus ojos se clavaron en los míos, un escalofrío recorrió por toda mi columna, haciéndome estremecer.
–La acecinaron.
Esa era mi señal para cerrar la boca, no quisiera que recuerde hechos lamentables por mi culpa.
–Esta bien– lo dije para que supiera que no era necesario que dijera más nada.
–No está bien, lo peor es que el maldito la hizo sufrir antes de matarla.– Nunca había visto a una persona que hablara con tanto odio y dolor, Mark era mucho mas de lo que aparentaba ser.
Esa noche una parte de mi quiso nunca alejarse de él, mientras otra, se arrepentía por haberme involucrado con él.
••••••
Los exámenes finales se acercaban, y yo estaba mas que aterrada. Tuve que pasarme horas y horas en la biblioteca estudiando para por lo menos dar un examen aceptable.
Camino por los pasillos de la escuela, las clases acaban de acabar, pero aun hay algunos alumnos rondando por aquí.
El sonido de una puerta abriéndose llama mi atención.
Conozco a la persona que acaba de salir, lo reconocería en cualquier parte.
–Lorenzo– lo llamo.
Cuando voltea verme su expresión cambia notoriamente. Cierra la puerta tras de el y hace un intento de darme una sonrisa, pero no le fue bien.
–Creí que ya te avías ido.
–¿Estas bien? Te veo...extraño.
–Si, estoy bien.
Mentira, era evidente que le pasaba algo y que no me lo quería decir. En estas ultimas semanas no hemos muchas oportunidades de hablar, siempre e estado ocupada con Mark o los exámenes.
–Oh por favor, es evidente que te pasa algo. Puedes decirme ¿sabes?– extiendo mi mano para tomarlo del brazo, pero soy rechazada.
–De verdad estoy bien.– dijo pasando por mi costado para después perderse en los pasillos.
¿Que demonios le pasa?
Unas manos cubren mi visión haciéndome sobresaltar.
Aunque odiaba fumar no pude despreciar el olor al cigarrillo. No me gustaba la idea de que Mark lo hiciera, pero ese olor le sentaba super bien.
–Hola preciosa– al escuchar esa voz ronca hizo que mis labios se curven en una sonrisa.
–Hola– dije dándome la vuelta para quedar frente a frente.
–¿Te llevo a casa?
–Encantada.
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Capitulo corto, el que sigue será un paco mas largo.
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Eres Mi Mejor Pesadilla
Roman pour AdolescentsCuando el odio y el amor van de la misma mano vienen acompañados de problemas. El amor, odio y amistad. Nunca creí que al llamar amigo a la persona que mas amas fuera tan agrio como chupar un limón, o como si de pronto a la que querías como a una he...