-✨ Mike ✨-
Suspire pesadamente, estaba frustrado, básicamente despues de su pregunta me miró de arriba a abajo, hizo un gesto con su boca (el cual no se como interpretar) y se fue sin decir algo mas.
Bueno, habrá mas oportunidades.
Troté hasta el lugar donde estaban reunidos algunos de mis amigos: Tyler y Frank.
–Vaya vaya, mira a quien tenemos aquí, es el ignorado– Frank soltó una carcajada.
–¿Que?
–Lo vimos– dijo Tyler sonriendo burlonamente.
–¿Que vieron?– fingí no saber de que hablaban.
–Que te mandaron a la verga– dijo Frank y los dos estallaron en carcajadas.
–Ay ya mejor me voy– bufé y caminé lejos de ellos.
–No no no espera– dijo Tyler detrás de mi, estaba corriendo.
–¿Que quieres?
–No aguantas nada.
Después de escuchar nuevas risas de su parte, rodé los ojos y apresuré el paso lo mas que pude hasta ya no escuchar sus burlas.
Cuando le pasara algo así yo también me burlaría.
Llegué rápidamente a mi casa y subí directo hacia mi habitación, tenía algo de sueño así que aprovecharía para dormir ahora.
Cerré los ojos intentando perder el conocimiento de forma rápida, y así sucedió.
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Escuché en la lejanía un par de sonidos molestos, cada ve se escuchaban mas cercanos, abrí lentamente mis ojos, siendo recibido por la luz que entraba de la ventana.
Miré hacia la misma dirección por varios segundos, algo adormilado, hasta que la puerta hizo un estruendoso ruido al abrirse muy rápido.
En pocos instantes ya tenía a alguien saltando sobre mi cama.
–Maic maic maic!– dijo aquella voz que siempre me molestaba cuando dormía.
Sentí como me comenzaba a patear después de yo haberlo ignorado.
–No estoy bromeando, es importante ¡Levantate!– se dejó caer sobre mi estomago, sacándome todo el aire.
–¡¿Que mierda te pasa?!–Le grité sin levantarme, ni tampoco moverme mucho.
–¿Recuerdas que te dije que me gustaba una chica?– dijo quitándose de encima de mi.
–Si, como olvidarlo– recordé cuantas horas se había dedicado a hablarme de aquella chica que conoció hace un año, cuando había entrado a la preparatoria.
–Bueno, hemos hablado mas y ¿adivina que?– saltaba y sonreía como la vez en la que le regalaron su primer cachorro.
–¿Te dijo que la dejaras en paz?
–No. . .
–¿En realidad es chico?
–No. . .
–¿Esta perdida en el azul de tus ojos?
–¿Que? Mis ojos no son azules– alzó una ceja.
–Lo se.
–¿Porque eres tan culero?
–Ya, anda, dime que pasó con tu amorcito– dije levantándome levemente.
–¡La invité a salir y aceptó!– se lanzó de nuevo sobre mi y me dio un abrazo, ya iba a decirle que se fuera a la verga, pero escuché un sollozo.
–Oye ¿estás bien?– me intenté alejar para poder ver su rostro.
–Es que es tan lindo, yo-yo nunca imaginé que algún día pasaría– secó las lágrimas que se amontonaban en el borde de sus ojos para salir.
–Si, ya, pero deberías de estar feliz– no pensé que deseara tanto estar con ella.
–Me alegro de que no me haya ignorado– sonrió de nuevo– hablando de ignorar, Tyler y Frank me contaron lo que pasó a la hora de la salida.
–¿A si?– volví a tirarme en la cama.
–Sip ¿quien era el que te ignoró?– soltó una corta risa.
–Ah, un compañero de el salón– hundí mi cabeza en la almohada.
–¿Le caes mal?
–No lo creo, no me conoce aún.
–¿Que quieres decir con "aún"?
–Creo que intentaré hablarle mañana, como muchos lo molestan, tal vez piensa que yo quiero hacer lo mismo.
–¿Muchos lo molestan? ¿No es el chico que llegó hace una semana?
–Ese mismo– lo miré levemente.
–¿Estás seguro de querer hablarle?
–¿Que tiene de malo?
–Ya sabes, podrían molestarte también a ti. . . como antes.
Me senté en en colchón y volteé a mirarlo, tenía expresión pensativa.
–Eso ya pasó, además, se la forma para hacer que se detengan.
–¿Y cual es?
–Romperles la boca a base de puñetazos– me encogí de hombros.
–¿Si sabes todo lo que dicen de el?
–Algunas cosas, tampoco me interesa saber que cosas se inventan un montón de imbéciles.
–Tienes razón– bajó la mirada– Pero a pesar de que sea algo que se pasa a voces, podría ser verdad.
–¿Qué se supone que es tan grave para no hablarle?
–¿Qué no lo es?
. . .