- ✨Mike✨ -
–Oye ¿ya estudiaste algo?– se volteó hacia mi y me preguntó con la cara somnolienta, al igual que la mía.
Pero es que la platica por mensajes estaba buena.
No mal piensen gente enferma.
–La verdad no, lo único que hice en el día fue ver un maratón de Harry Potter con mi hermano– me encogí de hombros mientras sacaba de mi mochila lo que necesitaría para la siguiente clase, aunque en realidad no era mucho, solo revisaría las libretas que faltaban de ser calificadas.
–Si, tampoco me cuentes tu vida– soltó una risita.
Después de dos semanas aprendí que le encantaba ese humor sarcástico y hasta incluso un poco cruel, pero era muy sensible en cuanto a cosas como golpes o contacto físico brusco, llegaba a llorar mucho por sólo caerse.
Esa combinación no se llevaba muy bien, ya que por estar contestando de mala manera, podría meterse en una pelea y obviamente no la aguantaría.
Así que procuraba interrumpir sus peleas verbales para que no avanzaran a lo físico.
–¿Quieres que nos reunamos para estudiar?– dijo mientras miraba hacia otro lado, como si tuviera vergüenza de decir eso.
–Claro ¿cuando?– pregunté mientras agitaba mi mano frente a el, para sacarlo de su trance.
–No lo se ¿Cuando puedes?– seguía sin mirarme.
–¿Que te parece hoy? Digo, entre mas pronto mejor– esta vez si me miró, con una leve sonrisita.
–Claro– dijo y segundos después entró la maestra al aula, escribiendo en el pizarrón blanco lo que revisaría ese día.
Y como alumno responsable que ya revisó todo y solo está esperando el examen, me tiré en la mesa de la silla.
–¡Levantate pedazo de flojo!– sentí un jalón de mi cabello que hacia que levantara la cabeza y de paso que se me cayera la gorra.
–¡Señor Perry! No moleste así a su compañero, creí que se llevaban bien– lo regañó la maestra, lo había visto.
–Es mi amigo no el suyo, puedo hacer lo que yo quiera con el.
El y la maestra se miraron por algunos segundos, como discutiendo por medio de miradas, yo solo me sentí como la típica novia que maltratan pero se queda ahí porque "son marcas de amor".
–¡A la dirección, ahora mismo!– le gritó mientras apuntaba hacia la puerta.
Tony soltó un bufido y volteó a mirarme, rodando los ojos con fastidio, logrando sacarme una leve carcajada, después de eso se levantó y caminó hasta la puerta, saliendo por ella.
La profesora me dedicó una mirada extraña y después volvió a su asunto.
–¿Eres la víctima?– me preguntó Jack mientras volteaba hacia mi dirección, tenía una fingida cara seria que se estaba rompiendo revelando una carcajada aguantada.