8

186 39 10
                                    

-✨ Mike ✨-

–Mira es el que nos ignora por estar siendo ignorado– dijo una voz muy conocida para mi cuando caminaba de nuevo hacia el plantel, con aquella gorra roja siendo sujetada por mis manos.

–Si ¿sabes? Hay que enojarnos con el y ya no darle de nuestra comida– le respondió Tyler, con las piernas cruzadas y dedicándome una mirada acusadora.

–¿Acaso les digo algo cuando están con Josh y Gerard?– torcí mi boca y me apresure a entrar, inmediatamente escuche sus pasos apurados detrás de mi.

–Espera ¿que?– me dijo Frank mientras tomaba mi hombro para detenerme.

–¿Osea que ya tienes pareja?– que salto tan grande de expresiones, de estar sentido cambió a estar incluso emocionado.

–¿Porque tendría?

–Si hiciste esa comparación es porque ahora tienes ¿no?– alzó una ceja el más alto de los dos.

–Ya Ty, no te hubieras emocionado, seguro que aún con pareja seguirá siendo igual de ardida.

–Interesante observación de aquel que se hizo un blog de 57 partes para criticar de forma amplia a un abanico que se mecía mucho.

Tyler no tardó en soltar una carcajada recordando ese arranque de ira contra el pobre objeto que intentaba lanzar todo el aire que podía.

–Pero es porque pagué mucho por el– se excusó mirando hacia algún punto en el suelo.

–Se lo robaste a tu abuelita– le recordó Tyler.

Justo cuando fruncio el ceño con la garganta cargada de insultos que con mucho cariño nos los dedicaría y sus párpados parecieron temblar de la ira que le provocaba aquella leve humillación, tocó aquel timbre que movía masas.

–¿De quien es esa gorra?– preguntó Tyler mientras trataba de no estorbarle a los que pasaban a su lado.

–De. . .– puta, su nombre, no lo sabía ¿como puedo estar tan desinformado?

Ambos alzaron una ceja esperando impacientes mi respuesta, la cual era muy complicada así que solo corrí lejos de ahí.

Escuché como me llamaban a lo lejos pero aún así avance de forma apresurada hasta mi salón de clase, el cual tenía a varias personas fuera de el, hablando e incluso algunos corriendo de un lado al otro, intentando golpearse "juguetonamente".

Justo cuando crucé la línea en el suelo que indicaba donde estaba originalmente la puerta, vi como entre las cinco personas que ya estaban dentro, se incluía el que me había ignorado por tanto tiempo, tenía de nuevo puestos aquellos oscuros audífonos en sus perforados oídos y aquél libro misterioso estaba reposando frente a el, en la mesa.

Tenía los brazos flexionados y cada uno de ellos en cada extremo de la mesa, sus manos sujetaban su cabeza, parecía muy concentrado en la lectura, recuerdo como en la mañana iba en las primeras hojas y ahora seguramente ya hubiera pasado 37 cuartillas, leía rápido, a pesar de que se estuvo distrayendo casi todo el día.

Me acerqué a paso rápido hasta llegar a su asiento, y ahí de pie extendí mi brazo, acercándole la gorra, como vio por el rabillo del ojo mis movimientos si se dio cuenta de mi presencia.

–Gracias– tomo su pertenencia y volvió su vista a su lectura.

Estuvo varios minutos así hasta que volteó a verme, era obvio que si seguía allí era porque quería decirle algo mas, y ese algo mas requería no contener audífonos en sus oídos.

–Me preguntaba. . . si es que acaso tu quisieras ir conmigo a caminar después de clases– dije con nerviosismo mas que evidente, ya que me temblaba la voz.

Y diablos, no tenía ni idea de porque, digo, yo no titubeaba así ni siquiera cuando intercambiaba palabras con la chica mas deseada entre aquella bola de alumnos con los que recibía clases, siempre noté como los chicos se ponían en estado de crisis cuando ella se acercaba a ellos y movía aquellas curvadas pestañas que cubrían sus ojos de un brillante celeste, mientras agitaba su cabello rubio con las onduladas puntas de color azul y les sonreía.

Eso los hacia entrar en pánico y perder el habla.

Aunque no parecía de lo mas hermosa, para los demás así era y cuidado si los llegabas a contradecir en algo.

Me desvíe un poco del tema.

 –¿Porque voy a salir con alguien a quien muy apenas le hablo?– alzó una ceja y yo sentí que todo mi esfuerzo iba cayendo como una torre del Jenja.

–No lo se ¿para hablar más y tener mas confianza?

–Uy no quiero que mal interpretes las cosas ¿si?– agitó su largo cabello para que no estorbara en su visión y luego soltó un suspiro.

–¿Que mal interpretaría?

–Escucha, que yo te haya creído no significa que seamos los mejores amigos ahora ¿ok?

–Y no lo creo, cualquier persona normal sabe que para salir a hablar con alguien no es necesario que tengas una amistad de años– rodé los ojos soltando una risita.

–Si, pero entiende, no te tengo confianza, no iré contigo por ahora.

–Uh bien ¿otro día?– dije con una pequeña esperanza de que asistiera.

–Por supuesto que si– miró su libro pero antes de que yo me fuera a mi asiento, volvió a hablar –Si te tengo mas confianza, si.

Sonreí.

¿Y ahora?

¿Como se ganaba la confianza de las personas?

. . .

RᴀA R E? • PerrentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora