-✨Tony✨-
Estoy muy enfadado con Mike, el prometió defenderme si algo llegaba a pasar en la fiesta, pero ni siquiera se dio cuenta, estaba demasiado ocupado estando arrodillado frente a Alysha diciéndole cuanto le gustaba y lo hermosa que era.
Ella solo se moría de la emoción ¿Que zorra no se emociona cuando otro mas cae ante ella y sus provocaciones miserables?
Vi eso e inmediatamente me largué de ahí, tenía suficiente con el imbécil que me acorraló en la pared para intentar conseguir algo, no necesitaba de la mierda cursi esa.
Pero debo de aceptar que tenía miedo.
En ese momento no sabía donde estaba Mike porque lo había perdido de vista por varios minutos, ya que había soltado mi mano, aunque antes me hubiera dicho que estaba tambaleándose mucho y que yo tenía que ayudarlo.
Había llegado a la zona donde estaba casi todo oscuro, solo siendo alumbrado por diferentes luces de colores que hacían a mi cabeza doler, y cuando estaba casi saliendo, sentí como alguien me había jalado.
Recuerdo como me había pegado a la pared y me había susurrado en el oído que era muy bonita, entonces se había atrevido a pasar su mano por una de mis piernas para acariciarlas.
Había buscado con desespero a Mike con la mirada para que me ayudara, yo no era el mejor confrontando físicamente, de echo, era pésimo, así que no se movió ni un centímetro cuando intenté empujarlo.
La única manera de ya no tener que soportar que colara ambas de sus manos en mi vestido o que me susurrara cosas asquerosas con su aliento a alcohol mientras intentaba alzar mis piernas, fue correr lejos de ahí.
Estaba demasiado borracho como para alcanzarme, así que fue sencillo.
Pero al liberarme de esa situación y caminar un poco, aún no me abandonaba el pánico, mismo que hacia mi pecho estar agitado y tener los ojos soltando lágrimas, me encontré con la situación de Mike pidiéndole a la otra ser su novia, entonces supuse que ya era hora de irme de ahí, y así lo hice.
Le mandé un mensaje a mi madre diciéndole que ya iba para allá.
Como ya era de noche y las calles de por ahí no estaban muy iluminadas que digamos, pedí un taxi, el cual me llevó hasta enfrente de mi casa.
Cuando entré a mi casa solo me preguntaron que como me había ido y que si quería comer, pero se me había ido el apetito, además no les iba a contar lo que me pasó.
No había necesidad de que lo supieran.
Al menos dormir me tranquilizó mucho.
–Dice mami que bajes a desayunar– dijo mi hermanita desde la puerta, yo solo asentí para que se fuera.
Ayer estaba con muchas ganas de llorar, pero hoy solo estaba enojado con Mike y la vieja esa.
Uno por fallarme e irse a coger y la otra por. . . ¿porque no?
Me levanté de la cama para bajar a desayunar, aunque no fuera muy temprano, pero normalmente lo hacíamos a esta hora cuando era fin de semana, pero un sonido se hizo presente y provenía de mi teléfono.