4- Un negocio seguro grabado con miradas.

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*Noelia*

Nosotros habíamos ido en el coche de Blas, asique dejamos a Nerea y Silver en Vallecas y nos fuimos a mi casa.

-Por fin! Casa, tranquilidad, nada de estar pendiente de la alarma,...- dije entrando por la puerta y tirando la mochila al suelo.

-Blas: al fin solos.- puntualizó por detrás mia.

-que bien voy a dormir hoy...además, con la cama para mí sola.- le dije para picarle mientras sacaba las cosas de la mochila en la cocina,

-Blas: en serio me vas a hacer dormir en el sofá?

-Pues dime quien es esa tal Rita...

-Blas: pero si le he dicho a Paula que a ver cuando nos la presenta, cómo voy a conocerla?- se defendió rápidamente.

-Ella no dice lo mismo...y yo a mi Pack le creo.

-Blas: la vas a creer a ella antes que a mi?- me preguntó a la defensiva. Vale, creo que se estaba creyendo toda esta historia.

-Demuestra que no es verdad.- me giré para mirarle, estaba apoyando en la encimera y se me quedó mirando pensativo.- bien, duermes en el sofá.- concluí mientras cogía las toallas y las metía en la lavadora. Salí sin esperar contestación alguna y me fui a mi habitación.

Cogí el pijama y me encerré en el baño para ducharme. Conociéndole intentaría entrar mientras yo me ducho para acabar los dos en la ducha. Me tomé mi tiempo bajo el agua y cuando salí, otro tanto para peinar y desenredar el pelo. Antes de salir miré el reloj del móvil. Llevaba allí metida cuarenta minutos.

-Blas: ya era hora...que yo tambien me quiero duchar.- me dijo nada más salir del baño. Estaba sentado frente a la puerta con los codos en las rodillas y las manos en el pelo.

-Qué haces ahí?- le pregunté aguantando la risa.

-Blas: esperarte, te parece bien? Algunos tenemos corazón...- me disparó la pulla. Entro al baño y echó el cerrojo. Desde luego estaba cabreado.

Me quedé paralizada en el sitio, no sabía si reír o aporrear la puerta para pedirle perdón. Con el sonido de la ducha reaccioné y me fui a la habitación. Había varios libros encima de la cama, que no sé cómo habían llegado allí... últimamente la cabeza me juega malas pasadas. Los cogí y los llevé a la habitación que había hecho biblioteca. En el hueco de uno de ellos había una nota.

"Seguro que más de una vez has soñado estar en este libro"

Miré el libro, La Selección. La verdad que era una historia que había interiorizado demasiado mientras lo leía. Sobre todo me encantaban las descripciones de los vestidos.

Fui a colocar el segundo libro Besos de murciélago y había otra nota:

"Y más de una vez has comparado esta historia con la nuestra"

Desde luego que lo había hecho. El niño rico y pijo en el mundo de la chica pobre y ordinaria.

"Y has deseado un amor igual de eterno que el de esta protagonista" decía la última nota en el hueco de Donde los árboles cantan.

No sabía a qué venía todo esto, pero me había hecho pensar. Nosotros podemos leer miles de historias con finales distintos, pero sólo nosotros elegimos el final que verdaderamente queremos. Es nuestra decisión. Y yo estoy dispuesta a escribir mi final perfecto con Blas.

-Gracias- dije al sentir su aroma impregnar la habitación. Cerré los ojos y aspiré para mantener siempre en mi memoria este momento

-Blas: cierra los ojos.- me pidió para a continuación colocarme un pañuelo en los ojos.

4- This is the lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora