4- This is the life

30- Si alguien cogiera el teléfono...

*Noelia*

"Y así pasan los días, de lunes a viernes/ como las golondrinas del poema de Bécquer". Nunca un verso había expresado mejor el paso del tiempo. Al final caigo en una depresión. Ayer empezó el puente de la Constitución (6 de Diciembre), los chicos siguen de gira, las chicas están acompañándolos para un par de conciertos conjuntos, Paula sigue desaparecida de nuestras vidas, David está con Fran de viaje, Nerea acompaña a Dani en esta gira, mi hermano se ha ido de puente con sus amigos,...conclusión: estoy más sola que la una. Encima mis padres también se han ido con mis tíos de puente, y yo pensando que Blas lo tendría libre pues rechacé todos los planes. Sólo hay una persona a la que en caso de urgencia puedo recurrir...

-Mario? Estás libre?

-Mario: Iba a ir a ver a mis sobrinos, por qué?

-Joder...sabes que no te pediría nada si no fuera importante, verdad?

-Mario: qué pasa? Estás bien?- me pregunta preocupado

-No lo sé...Mario, necesito que me lleves a un sitio.

-Mario: claro, dame 5 minutos. Donde estas?

-En mi piso.

-Mario: creía que ahora vivías con Blas...

-Yo también...Bueno, date prisa pero ten cuidado. Y si vienes con el coche mejor, por favor.

Cinco minutos después le estoy abriendo la puerta de mi casa.

-Mario: no habías alquilado la casa?

-No. Había alquilado la habitación...a Silver. Así no perdía mi casa... quien sabe las vueltas que puede dar la vida.

-Mario: buena idea. Bueno, qué necesitas

-Que me lleves a urgencias. Me duele mucho la parte de los riñones y no puedo ni andar...Siento que te toque a ti pero...

-Mario: no pasa nada. Venga vamos.

Bajamos a la calle y, apoyándome en él, conseguimos llegar hasta el coche.

-Mario: sigue sin cogertelo?- me preguntó cuando por cuarta vez llamé a Blas sin resultado alguno.

-No...estarán en la prueba de sonido. Voy a llamar otra vez a Magí. Por lo menos que al oír los móviles miren los whatsapp...

-Mario: toma, llama desde mi móvil a Rocío- me dijo ofreciéndome su móvil.

Por más que lo intentaba, nadie lo cogía. Me daba igual llamar a las chicas que a alguno de los chicos.

Llegamos al hospital y enseguida me metieron a urgencias. Me hicieron un análisis de sangre, otro de orina, y varios pinchazos más que no sé para qué eran. A las dos horas, por fin, tuvieron la decencia de acordarse de mi. El médico descorrió la cortina y me comentó el diagnóstico.

-Dr: Noelia, verdad?- ante mi asentimiento continuó.- Bien. Bueno, no le tengo muy buenas noticias si tenía pensado marcharse de puente. Vamos a dejarla ingresada unos días. Los análisis nos dicen que tiene infección en el riñón, y los análisis son como el algodón: nunca mienten.- bromeó el hombre para quitarle hierro al asunto de que tendría que quedarme ingresada. Qué majo!- Ahora vendrá una enfermera para ponerle el suero y el antibiótico, y luego la trasladarán a planta. Mañana pasaré a verla.

Y tras despedirse volví a quedarme sola, sentada en aquella camilla entre cortinas. Al menos me habían dejado pasar el móvil, así que me dediqué a intentar contactar con Blas...sin éxito alguno. Llamé a mis padres y les convencí de que no se vinieran, que Blas estaba conmigo. Sí, me mataran cuando se enteren que estaba sola.