18- Senosvalaolla en acción.

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*Paula*

Habitación 808... Siempre había algún 8 en mi vida, y me encantaba, era mi número favorito. Habíamos decidido deshacer las maletas y bajar a comer, ya que era la una y media de la tarde... Hora peninsular. No iba a cambiar el móvil de hora... Era mucho lío. Así que me había llevado el reloj de collar que me compre el Londres, y cuya hora londinense coincidía con la tinerfeña. Y por fin, cuando me tumbé en la cama, con la maleta ya deshecha, recuperé mi cuaderno, ya que Álvaro me lo había quitado al quinto avioncito de papel... Para acabar pasándole él notas a David, y pintando alguna cosa. Tras hacer algún dibujo del avión, o de las ventanillas, y mientras Álvaro intentaba dormir un ratillo, el móvil empezó a vibrar.

"-Nerea: ¡a ver quién está dando golpes a la pared!"

"-Silver: el coco"

"-Sí sí... Golpes en la pared..."

"-Carlos: es el fantasma"

"-Noelia: ¡QUE QUIERE EL FANTASMA!"

"-Omitamos esa contestación por favor"

"-Dani: em... Mejor, porque a Nerea le acaba de dar el ataque de risa y eso significa que mejor no queremos saberlo"

"-Álvaro: sí... Mejor que no lo sepáis..."

"-Alba: ¿pero ya habéis terminado de recoger?"

"-Noelia: Alba cielo... No nos hemos traído el armario completo"

"-Rocío: esque tú y Paula sabíais a dónde íbamos, nosotras hemos metido de todo"

"-Sonia: y cuando dice todo es que hemos metido hasta un jersey fino"

"-Carlos: menos hablar y más recoger, que me estoy muriendo de hambre, ya no puedo ni andar... ¡Se me ha ido la vista! Acabaré abandonando este mundo cruel... No podré volver a comer chocolate... Acordados de mi, no os olvidéis de lo guapo que soy"

"-David: que tranquilos van a ser los viajes en la furgo a partir de ahora"

Los dejé lamentandose un rato porque Álvaro empezó a hacerme cosquillas en la base de la espalda, así que me tumbé, abrazándole. Y no se hizo esperar, cuando empezó a besarme y a intentar quitarme la ropa. Y yo le seguí el juego, sobre todo cuando empezó a morderme el cuello. Su camiseta por aquí, mi camisa por allá, las manoletinas saliendo volando, y sus manos acariciando cada parte de mi cuerpo... Y alguien aporreando la puerta.

-Álvaro: no estamos, no existimos... -me susurró al oído, y yo empecé a reírme... Hasta que me acordé de lo que había hecho, y un "oh oh" salió de mis labios automáticamente.

-Noelia: ¡Pack! -estaba en la entrada de la habitación, con la tarjeta en la mano... Las habíamos intercambiado por si nos aburríamos y nos apetecía hacer visitas nocturnas.

-Álvaro: ¡Os mato a las dos! Sólo se os ocurre a vosotras -me echó su camiseta de los Rolling encima, mientras se levantaba y arrastraba a Blas al pasillo... Donde estaban todos.

-Silver: ¿Cochinadas a estas horas? Peor que los conejos... ¡Paula ni se te ocurra! -salí con la botella de agua que había comprado en el aeropuerto, y me puse a perseguirle por el pasillo, mojándole de arriba abajo... Suerte que el suelo era de moqueta

La comida fue un show desmedido... Sobre todo porque acabamos con la paciencia del camarero tras venir ocho veces a ver si habíamos decidido qué íbamos a pedir. Era de esperar, pues éramos 12 en un principio, y a medida que pasaba el tiempo... Iba viniendo más gente de Warner y Must. Magí y Franchejo resultaron ser peor que nosotros, y de una comida que podía haber sido dos horas... Acabó siendo una comida y merienda, terminado el postre a eso de las seis de la tarde.

4- This is the lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora