22- Y tenías razón...

1.2K 44 5
                                    

*Paula*

Estuvimos todo el día en el Loro Parque, y la que más lo disfrutó fue Noelia. Con la excusa de la grabación del videoclip, nos dejaron acceder a zonas en las que sólo se permitía el paso para el personal encargado del cuidado de los animales. La verdad es que aquella parte iba a ser la más bonita de la grabación, pues la mayoría de las escenas eran de la parte romántica de la canción... Una canción que no nos dejaban ni saber el título si quiera. A eso, se le sumó el hecho de que los pájaros estaban súper cariñosos, y nos dejaban cogerlos y acariciarlos. Éramos como críos pequeños, disfrutando de un día de zoo...

Cuando llegamos a la noche al hotel, estábamos todos que nos caíamos por los suelos. Nerea y Noelia se durmieron en el coche, y al final Blas y Dani, por no despertarlas, las llevaron en brazos hasta la habitación. Y yo... Tiraba del pobre Álvaro, que iba haciendo eses por el camino, ya que aunque lo hubiera intentando en brazos no creo que lo hubiera podido llevar. Entramos en la habitación, y como sí fuera un imán, se fue derecho a la cama, boca abajo, y automáticamente, se durmió. Eso era estar cansado, y lo demás eran tonterías. Yo estaba sin sueño, así que cogí la llave de la habitación y mi cuaderno, y me fui a cotillear a ver qué se cocía en el pasillo.

Dani y Blas, junto con Nerea y Noelia, estaban desaparecidos. David y Magí acababan de subir al ascensor, y tirados en el suelo, jugando a las cartas, estaban el resto.

-Franchejo: mira, una más para la partida. ¿Te unes?

-Mmm... Ahora mismo no, voy a dar una vuelta.

Fui hacia el ascensor, y en cuanto entré me puse a dar vueltas en el panel de las plantas, hasta una que ponía ático. En realidad de ático tenía poco, era más el acceso a la azotea del hotel. Subí las escaleras, abrí la puerta y salí al exterior. Hacia algo de viento, pero la sensación térmica era de bastante calor. Me acerqué al borde, desde el cual se veía perfectamente la ciudad iluminada. Me recordaba a aquella vez que mi padre me llevó a su trabajo, cuando yo tenía ocho años, y por el madrugón que me di (imaginaros levantarme con esa edad a las cinco de la mañana), en compensación, me subió a la azotea del edificio Windsor, desde el cual se veía todo Madrid, de lado a lado, y como poco a poco las luces se iban apagando, y la ciudad empezaba a despertar. Me senté a dibujar un rato, y me puse a pensar... Había tomado una decisión que iba a cambiar del todo mi vida. Y supongo que era normal tener miedo... No me arrepentía, sobre todo cuando me acordaba de la cara de felicidad que se le puso cuando le dije que sí, o aquella sonrisa que se le escapó cuando pasamos aquella tarde por el mirador donde me lo pidió. Pero era algo muy grande... Al menos no estaría sola.

Miré el reloj del móvil, y casi me caigo para atrás... Eran las dos de la mañana, y llevaba ahí arriba dos horas, que se me habían pasado como un suspiro. Cerré el cuaderno, puse el boli en la anilla, y me fui de nuevo hacia la puerta... Que no se abría. ¿En serio? Por más que tiraba del pomo, eso no se abría. Empecé a dar golpes, y a gritar, a ver sí tenía la suerte de que alguien me oyera... Pero era la planta 30 de un edificio... Iba yo lista.

Me decía a mi misma que mantuviera la calma, porque sería la única forma de pensar con claridad. Seguro que sí Álvaro se despertaba y no me veía, daría la voz de alarma, y alguno diría que había cogido el ascensor... Sí claro, había cogido el ascensor pero nadie sabía a dónde había ido. Y otra cosa era el hecho de que Álvaro era un cesto durmiendo, y llevaba dos días sin dormir... No se iba a despertar ni aunque se derrumbara el edificio. Y encima yo también tenía sueño, lo que me ponía difícil pensar con claridad. Volví a coger el móvil, para mirar la hora... Y me di de leches hasta en el DNI... El móvil Paula, el móvil, para qué quieres el móvil. Abrí las conversaciones de cada uno, hasta que encontré al que podía ser mi salvador, porque era el único que estaba en línea.

4- This is the lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora