Ho aparentemente dulce e indefensa dama, sabes perfectamente que tengo un sentimiento muy profundo hacía su persona y aun peor con su alma.
Ahora bien, dejaré de lado las estupideces y formalidades y te diré... Que si, Te amo estúpida niñata infantil, que aunque no estoy acostumbrado a ser un "príncipe" o ser un sujeto moldeado por la sociedad misma esa a la que tu le llamas vida no es lo mismo que yo he vivido, pero tengo la esperanza de que algún día... Estáremos acostados en la misma cama, tú sosteniendo un buen libro, manteniendo ese ridículo corte, menospreciando la belleza de tu cabello, vistiendo alguna de mis camisas quizás, y que termines por aburrirte de la lectura siempre interesante, para así terminar follando en la penumbra siempre brillosa de nuestras ideas.
