Como una buena pieza, es una buena historia, con un armonioso compás de piano como prólogo de este vaivén de emociones y vivencias, cada que la adrenalina, la excitación y la emoción vengan a ti, el compás hará su elevación tan rítmica y envolvente hasta que se acabe y te hundas en la monotonía de un coro o estribillo; de esta manera habrá un momento en que las cosas cambiarán, como todo en el universo.
El cambio de melodía significa una etapa nueva, como la desdicha de pasar página, cambiando de capítulo te la pasaras la mayoría de tu vida, la canción en si puede ser polifacética de ahí todas aquellas vivienvias que has tenido, en aquellos momentos en los que el clímax se acerca por medio de lo que llamamos amor, se manifiesta como un agudo erizante que proviene de la cuerda firme de un violín, ese melifluo sonido pasional que se tiene y se siente en cada poro es ran efímero como todos los momentos agradables que pasa un humano en este ecosistema lleno de caos, corrupción y desinterés por el sufrimiento ajeno, y llegara aquel final, ese al que casi todos temen, ese algunos anhelan, ese que es irrevocable...
Y ese final será tenue y brutal, los altibajos serán reinantes, cuando el clímax llegue y el final este presente simplemente se termina.
Cada canción, como cada acción que hagas, será tan inmarcesible como el recuerdo que le den...