Sabes...
A veces suelo escribir a aquellas personas que haré sufrir...
No pretendo ser mártir, pero por ti no me importaría morir.
No quiero que te sorprenda aquella gran herida que te encienda, las ganas de querer más y más para terminar en un paraíso de sangre, dónde la satisfacción se propagará cuál hemorragia interna...
Teniendo en mente que cada gota te cuenta la historia de este demente con ansias de probar tu piel tersa... No me confundas las ganas de probarte con aquellas de mostrarte lo que puedo ilustrarte para que no puedas más desilucionarte.
Ni siquiera decepcionarte será necesario, pues sola cuenta te darás que eres el tesoro más grande de este corsario... Sin embargo lo extraordinario del caso será saber que el valor no será monetario, sino el de mi corazón que se aunmenta a diario.
Al borde del delirio, por tus ojos lindos me derrito, pues tu rostro es el cosmos unificado , es mejor que tener por pensamiento el suicidio de lo que pudo ser mayor de tus vicios
¡Listo!
Ahora tienes por motivo mis letras y yo por meta acariciar tus caderas...
