-¡Lo tengo todo!
-¿por que lo dices?
-pues amor, verás, tengo a la mujer mas hermosa y comprensiva a la cual tengo la dicha de decir que nos amamos, tengo todo aquello para vivir plenamente bien, un trabajo que me apasiona y estamos en la búsqueda de nuestro primer hijo... ¿Qué más podría desear en la vida?
-Tienes razón, lo tienes casi todo... Pero te equivocaste en algo querido...
-¿Y qué es mi amor?
-Qué yo... Ya no te amo...~dijo ella susurrandole al oído~ No te amo en absoluto. Lamento decirte que creo que sí lo hice no sé cómo pude hacerlo...
-...~Más que atónito se quedó, la piel se le erizó, sus piernas temblaban y su boca de repente se secó~. Mi amor...
-No te molestes en decirme así que de lo que alguna vez fue nosotros hace mucho que dejó de existir para mi...
-¡Y que importa! No importa cariño... Si es que desde hace mucho dejo de ser, quiere decir que todo ese tiempo tuve amor suficiente por ambos...
-Es así y lo seguirá siendo pero, ya no tiene caso... Sólo olvidalo y comienza de nuevo
-¿Con qué derecho me puedes pedir eso? Mi nuevo comienzo era contigo a mi lado...
-Pues entonces sólo llena ese espacio con alguien que lo quiera.
-No hay nada que pueda hacer para que cambies tu decisión así que solo te diré que no te deseo mal, pero tampoco bien.
-Espero verte después...
-Yo no sé si después sea indicado
-adiós quer...~así sin más él le robo un beso, uno con pasión y ternura, descubriendo sus sentimientos con aquellos besos se despidió para no volver, aunque sabía que lo haría~.
Se fue sin saber que hacer o pensar, sabiendo que su pilar se había derrumbado pero no estaba derrotado, sabía que aunque le dolería ahora hasca calarle los huesos y el ama... algún día dejará de doler y entonces volverá a ser feliz... O al menos no ser un desdichado.
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Pasaron los días y los meses, portando en su mente el recuerdo de su partida, queriendo volver a tener su vida compartida. Poco a poco, como los grandes acontecimientos de poco en poco fue saliendo, de poco en poco fue escondiendo aquel amor que guardaba con recelo, aún sabiendo su dolor nunca llamó, sólo algunas cartas que nunca llegaban.
Vagando y conociendo con cierto desconcierto se fue queriendo a si mismo, aburriendo a aquellos que mendigaban un poco de cariño sintiéndose inseguros.
Un día, aquél en el que cada año o mes festejaban la vida de su relación decidió escribirle una última carta, una que si llegará, una última carta ya que estaba seguro de que por fin había podido guardarla en un rincón muy al fondo de su mente y corazón.
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Querida...
Hoy me atrevo a decirte sin temor a herirte que ya no hay nada más de aquel amor que prometiste, que no queda nada de las promesas vacías y las caricias fingidas.
Puede, que no hayas sido mi primer amor, tampoco el de mi vida... Pero hiciste que todos mis demás amores fueran no más que irrelevantes, ahora que ya no aceptas más mis palabras ni visitas te digo que ya no te amo, que lo hice y en absoluto nunca dudé.
Si te parece tonto o estúpido ésta, que es la última carta que te llegará de mi, espero que cuando sufras y mendigues amor me recuerdes...
Hasta pronto, querida...
P.D.
Ya no te amo.
