Mi primera última confesión

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Ni siquiera sé por dónde empezar, soy algo tonto y tímido para comunicar lo que siento; creo que ocultarlo y olvidarlo sería una buena decisión, pero que haría cuando alguno de mis nietos (si es que llegase a tener) me pregunte como decirle a la persona que amas lo que sientes, ¿le mostraría mi ejemplo haciendo que sufra por ver a quién ama de la mano de alguien mas?
No puedo permitir ese sufrimiento, y no hablo del sufrimiento de mi supuesto nieto, hablo de mí, pero... ¿Qué decirle? Si es usted la persona de quién me he enamorado patéticamente, por que no me atrevo a decirle esto a la cara, pues utilizo palabras preparadas para que sepa que me fascina su sonrisa y su dulce voz. Sin pensarlo, sin poner frenos sentimentales ni escatimando expreciones me cautive con la figura de su cuerpo pero mas que eso, de sus ojos color roble, aquellos que me internan al más hermoso bosque que pueda imaginar.

Me enamore con entrega y vulnerabilidad pues verla con alguien más me matará; cómo si me incrustarán una daga sentiré las ocasiones en las que vea como es feliz con alguien más.

Me enamoré como nunca antes, pero como siempre lo había idealizado. Me la paso imaginando cuan dulces pueden llegar a ser tus labios, que tan cálidos podrían ser tus abrazos, Imaginando cuantas cosas lindas podrías llegar a hacerme sentir.
Me enamoré para escribirte mis textos, en los cuales nunca faltarán mis sentimientos, para entregarle mis locuras, y por supuesto, si es que lo aceptas, mi corazón.

Creo, espero y anhelo que en nuestro primer encuentro, pueda acercarme a la comisura de sus labios, para que comprendamos, que sin amor, ningún beso sabrá a lo mismo.

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