¿No es irónico qué en la adolescencia, conocida por muchos como la mejor época de la vida, mi primo quiera suicidarse? ¿No es irónico que sus amigos, los que deberían apoyarlo, sean los que no paran de insultarlo? No es irónico que su psicólogo le traiga problemas, cuando le debería traer soluciones. ¿No es irónico que su mama, quien debería cuidarlo, siempre lo ignore, o que su papa, no pare de decirle todo lo que hace mal? ¿No es irónico que mi primo pida ayuda a gritos, pero nadie lo escuche? Lo que sí es irónico es que él haya confiado su vida en mí, al decirme "me voy a suicidar el lunes", cuando yo no tenía idea de que hacer, sí contarle a los demás o no. Es irónico que él se haya arrepentido de tomar las pastillas cuando ya habían pasado 2 días. También es irónico qué gracias a mi grito, no el de él, por fin la gente se dio cuenta, y salvo su vida, justo a tiempo.
Es irónico que una vez que encontró el amor, que no le importan las críticas, una vez que tiene planes futuros, que entiende y cree en la frase "la adolescencia es la mejor época", una vez que por fin es feliz, que valora la vida; se ahogue en una pileta el día de su cumpleaños, otra vez grito, pero esta vez, ni siquiera yo lo pude escuchar, esta vez fue demasiado tarde.
La vida nos demostró lo irónica que puede ser.
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Volviendo a la realidad
KurzgeschichtenHistorias cortas que pinchan la burbuja de la fantasia, que te demuestran cuan duro puede pegar la realidad.