Memorias De Lo Que Pudo Haber Sido

25 3 0
                                    

Hoy me acordé de vos y de tu manía de mentir.
Ayer te recordaba egoísta, falsa y fría. Por mucho tiempo esa fue la imagen tuya que dejaste en mi. Pero hoy fui más atrás, a cuando nos conocimos, cuando eramos dos estúpidos descubríendo el amor. Me acordé de todas las cosas lindas que pasamos, de lo que hiciste por mi y lo que hice por vos. "avísame cuando llegues" me decías cada vez que me iba, fuiste la primera y hasta ahora la única que me lo dijo. Teníamos los mismos gustos, las mismas pasiones, y la tímidez incontrolable, compartiamos todo. Compartiamos, también, un pasado triste. Compartiamos un dolor con el mundo y las relaciones extrapersonales. Amábamos ponernos en pedo porque solo así decíamos lo que sentíamos. Es que teníamos tantas cosas en común que me sorprendió el daño que me hiciste, y el daño que yo te hice, ya que acá no hay inocentes.
La cagaste y te pedí perdón, me lastimaste y te pedí perdón. Perdón, perdón, perdón. Te tenias que disculpar vos, pero lo hacía yo. Es difícil hacer que me vaya y que se me agoten los perdones, pero vos lo lograste. Dos meses lastimandome, pensando que me iba a quedar al lado tuyo, por si el otro no te daba bola. Se te olvidó que soy humano y que también sufro. Si no se te hubiera olvidado quizás yo tampoco lo hubiera olvidado esa noche que mi paciencia se corto. Y si, te lastime, pero me sentí terrible después de hacerlo. ¿Alguna vez te arrepentiste vos?
No te podía pedir perdón, ya no me quedaban.
Ahora que recargue te lo dejo por acá, por si algún día te llega : Perdón por aquella noche impulsiva.
Imagínate lo que fuiste para mi que aún hoy te escribo. Me gustaría  saber porque me trataste tan mal durante tanto tiempo.
Yo se que por todo lo que pasaste pero yo no tenia la culpa.
Fue una trágica historia de amor que solo queda en nuestras memorias. O quizás solo en la mía. Capaz el otro si te dio bola y a mi no me reconocerías en la calle.
Estaría bueno hablar una última vez, para saber lo que realmente pasó. Contarlo sin ataduras ni cadenas en la boca. Algúna vez nos vamos a encontrar borrachos y nos vamos a decir lo que faltó por decir. Créeme, yo te voy a hablar si te veo. Te voy a recordar que estuve para vos cuando estabas sola y te voy a pedir perdón por esa noche.
Aunque tengo que tener cuidado, porque la paciencia es una atadura y sin ella tengo miedo de volver a lastimarte.

Volviendo a la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora