Volviendo a la realidad

El emisor de la carta

Yo sé cómo se siente darlo todo para seguir adelante y perder, cuando faltaba muy poco.

"solo un poco más" te repites a ti mismo. Pero no puedes, es imposible.

Aun así sigues insistiendo, hasta que tu terco corazón le hace caso a tu coherente mente y te rindes.

Lloras. Pero eso no importa. Acuérdate que nadie te escucha, que estas solo. Ese poquito que te falta va a seguir ahí, esperando que lo superes, pero no podes, ya está, hasta aca llegaste. Así de difícil como suena, hasta acá llegaste. No es culpa tuya, vos hiciste lo mejor que pudiste, es una pena que no haya sido suficiente. Es una pena que hayas perdido la carrera contra el cáncer.

No te sorprendas, el tiempo es más rápido que la mayoría. Incluso, la sola idea de competirle fue estúpida. Todos esos remedios y esas quimioterapias no sirvieron de nada. Hoy se acaba, esta noche el cáncer llega a la meta. Si pudieras aguantar un mes más, solo un mes más, quizás ganarías.

Lo más triste es que das todo, todo lo que sos y alguna vez fuiste, por un quizás. Un quizás es tu única esperanza. Aun así, ni a eso podes llegar a eso.

Estas pensando en eso que ocurrió hace dos años, ¿verdad? Cuando tu padre murió. En ese intento de suicidio que estuvo muy cerca de concretarse. Pero te lograron convencer de que la vida es bella y siempre se puede seguir adelante. Es feo que te hayan mentido así. Porque ahora más que nunca, sabes que la vida no es bella y que no siempre se puede seguir adelante. Que a veces, hay que dar un paso al costado, sacar la bandera blanca y quedarse sentado como indio, esperando el fatal destino.

Sinceramente, me da mucha pena. Que hayas pasado por todo lo que pasaste y ahora la vida te diga que fue en vano. Pero lo que más pena me da, es ser el emisor y receptor de esta carta.

Me da pena despedirme de todo. Pero ya no puedo más. Esta noche me voy. Ya no deseo pasar la operación o llegar al quizás. Solo espero no sentir dolor e irme sonriendo.