Volviendo a la realidad

De Madrugada

Búscame en la madrugada, solo ahí no sé mentir, solo ahí veras la parte de mí que nadie conoce.

Háblame, además, porque es cuando estoy solo. Voy a recibir tu compañía como un regalo de navidad, y con el tiempo, te voy a querer. Las noches pasaran de ser de películas a ser de charla contigo. Cuéntame tu vida y escucha sobre la mía, por favor, nadie más lo hace.

Háblame y charlemos de lo que tú quieras, no importa lo que sea, si es algo de lo que no sé, preguntare, por favor responde.

A esa hora con el cielo estrellado, puedo amar. Enséñame a que esa persona que ame, seas tú. Confía en mí y cuéntame lo que no le cuentas a nadie, créeme, se guardar los secretos. Construyamos una relación tan grande como un rascacielos. Hagámonos amigos, del tipo que quieras, no importa.

Mientras seas buena conmigo yo confiare mi alma en ti, te daré la llave a la caja de mi interior, solo pido cariño de vuelta. Que me abraces con palabras y me calientes el helado corazón.

Por favor no me grites ni me insultes, porque a esa hora también soy más sensible. En cambio cuéntame tu triste historia de vida y llorare contigo. Aunque llorar sea triste, nos hará felices. Sera como una limpieza del alma.

Otras noches nos taparemos la boca para no despertar a los vecinos con nuestra risa. Me contaras tantos chistes que me dolerá el estómago de tanto reírme.

Y la mejor parte de todo, es que cuando termine la madrugada y salga el sol, los dos estaremos pensando en el otro, con una sonrisa que nos iluminara el alma a la distancia.

Así que por favor, háblame.