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Jimin estaba relajándose un poco sobre el sofá, suspirando y frunciendo el ceño por sus pies. Se estaban hinchando, que mierda era. Pero por alguna u otra razón, los últimos días, no había podido descansar bien. No completamente.

Sabía que ese día no era la excepción cuando comenzó a sonar el timbre de la casa a un ritmo tonto y, después, alcanzó a oír unas pequeñas risas.

Se aproximo a abrir la puerta, sonriendo enormemente.

-¡Hola Jimin! -saltó, emocionado.

-Hola Tae, pensé que vendrías hasta mañana -recordó, había sido una semana de que lo había visto, y el castaño le había comentado eso.

-Bueno, pensé en que te extrañaba mucho, y le dije a Hobi, así que me ha dicho que viniera hoy también si tanto quería, así que aquí estoy.

El más bajo se apartó de la puerta, siguiendo con la mirada la panza de Taehyung (estaba a con cuatro meses, y si la comparaba, la de él estaba más pequeña en ese mes). El castaño se dejó caer en el sofá, sacando algo de las bolsas de su sudadera.

-Hoy si traje la ecografía de Lentejita -murmuró feliz, alzando la mirada con un cuadrito en sus manos-. ¿Quieres verla?

-¿Me puedes hacer una pregunta más estúpida? -se mofo, sentándose junto a él-. No, no puedes.

Taehyung se echó a reír ligeramente, antes de extenderle la fotografía mientras se mordía el labio inferior. Desde la primera que tuvo, había estado mirándolas por horas y horas, dándose cuenta de que superaba todas sus pinturas favoritas; era su bebé, de él y la persona que amaba.

Jimin la observó con detención, negándose a apartar la mirada. La imagen era de la primera ecografía, porque Taehyung había olvidado mostrarsela y era la única que no había visto ya. La imagen aún no era clara, por supuesto que no, y tardo un poco en encontrar la manchita, y cuando lo hizo, se sintió inmensamente feliz por su mejor amigo.

-Seguro Hoseokie hyung lloró éste día -dijo, riéndose mientras lo miraba-. Y tú también.

-Él lloró -asintió-. También yo.

-¿Cómo está él?

-Preocupado -confesó sin pensarlo, mordiéndose los labios cuando Jimin bajo la mirada-. Hobi está muy preocupado por ti y el bebé, Jimin. Y no se que hacer, le he dicho que estás bien pero él... es como si no escuchará.

Jimin se evitó preguntar la razón, porque sabía que el castaño era consciente de ella y él, por más que lo intentara negar, también la sabía.

-Tae, lo siento mucho.

-Han pasado dos semanas Jimin... las cosas no van tan bien -se acercó más a él, buscando un poco de consuelo en su calor-. Pero hemos sabido llevarlo bien, o al menos en lo que cabe -sacudió la cabeza, se había prometido no hablar de eso-. Se acerca su cumpleaños, quiero hacer algo especial.

Jimin parpadeo, tratando de hilarse en el cambio de tema que de repente dio el otro.

-¿Sabes que se odiara mucho si haces algo especial?

-El que no hayamos celebrado mi cumpleaños como se debe no tiene nada que ver -para ese entonces, Jimin había estado aún en el hospital, y habían tenido, con varios días de anticipación, que harían una reunión con los amigos más cercanos de Taehyung para celebrar su cumpleaños y después, entre ellos cuatro, el año nuevo. Pero ni siquiera la víspera de navidad. Su primer invierno con una familia y se había ido a la mierda por completo-. Y se lo dije.

-¿Y lo aceptó?

Taehyung se echó a reír de nuevo, negando con la cabeza.

-Pero aun así quiero hacer algo por él.

Primero una noche, después una eternidad ೃ  YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora