49

5.9K 873 296
                                    

Cuando Yoongi despertó, a la mañana siguiente, atisbo a Hoseok sentado en el sofá marrón de su sala; tenía sus manos sobre su regazo mientras sus ojos, bien abiertos, miraban el techo.

Se incorporó lentamente, sintiendo una punzada en la cabeza. Joder, no volvería a meterse alcohol en su vida jamás. Llevó sus manos hacia su cabello, tirando de él ligeramente antes de cerrar los ojos con fuerza. Su cuerpo estaba entumecido, pues había estado toda la noche fría durmiendo en ese sofá incómodo.

-¿Por qué le dijiste eso?

Alzó la mirada, sorprendido, y al abrir los ojos Hoseok no lo veía. Parecía enojado; pero él lo conocía a la perfección, sabía que su hermano estaba triste.

-¿Uh?

-¿Por qué le dijiste eso? -preguntó de nuevo, esta vez más severo. Serio, bajo las manos de su regazo y las apretó sobre sus muslos, parecía estar deteniéndose de algo.

-No entiendo…

-Claro que no, seguro que ni recuerdas que idiotez hiciste -murmuró, aséptico. Suspiro, y después de varios segundos, se puso de pie, pero no lo miró siquiera-. ¿Ves el desastre?

Y si, efectivamente, la sala era un desastre. Había pedazos de vidrio roto por el piso, y se encontró sorprendido al descubrir que era una fotografía que Taehyung había tomado de los cuatro, junto a Jin y Namjoon en la cena donde Jimin conoció, oficialmente, al moreno. Estaba rota, tirada en el piso como si no fuera nada.

Espabiló, tomándola con rapidez y procurando que la fotografía siguiera en buenas condiciones; suspiro de alivio y la apretó contra su pecho. Y cuando volvió a mirar a Hoseok, el miedo fue incipiente.

-Hobi -susurró, en un intento de suavizar la expresión contraria. No fue así-. No recuerdo qué hice-

-Ya sé que no recuerdas hyung. Por eso estoy molesto contigo; te metiste alcohol porque no querías recordar nada.

Yoongi bajo la mirada; no lo negaría, era cierto, cuando estaba por el tercer vaso pensó en que no querría después recordar algo que fuera a decir por la noche. Y, aunque no se excedió demasiado, fue lo suficientemente ebrio para haber hecho una tontería. Y supo que lo hizo.

-Por qué… ¿Por qué me preguntaste sobre algo que dije?

-No creo que sea momento de decirlo, seguro te duele la cabeza y… solo causará que te sientas infinitamente peor. Creeme.

-Dime que dije, por favor.

-Hyung.

-¡Hoseok, ¿Qué dije anoche?!

El aludido cerró la boca, apretando los labios y lo miró por primera vez. No quería decirlo, de alguna manera sentía que… no era real, que no había pasado nada. Pero su cabeza, sabía, no era así, solo que decirlo sería afrontarlo. Y quería mucho al chico como para aceptarlo.

Yoongi esperó. Pero el silencio de su hermano le hizo dar cuenta de que la casa, completamente, era puro silencio. Solo su respiración, de pronto acelerándose. Y después, con pánico, subió corriendo lo más rápido que podían sus torpes movimientos las escaleras, abriendo la puerta de golpe.

-¡¿Qué estás haciendo?! -espetó, si bien abrió la puerta completamente y abría los ojos enormemente.

Taehyung ni se detuvo a mirarlo, solo continuó con lo suyo. Apretando la mandíbula, y por un momento, a Yoongi le dolió muchísimo que el chico castaño y cariñoso lo estuviera ignorando.

-Tae, por favor. Dime algo.

Se acercó a él, a paso lento. Taehyung lo esquivo, bajando la maleta de la cama y caminando a la cajonera que había frente a la cama, donde saco algunas otras prendas que eran de Jimin.

Primero una noche, después una eternidad ೃ  YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora