James y Lily

Capítulo 9

-¡No me puedo creer que seas tan capullo! ¿En serio no te das cuenta de que..?-la pelirroja no encontró palabras. Es más, se le había olvidado porque estaba así. Bufó- ¡Y encima, haces como si nada! Luego dices que te importo pero, ¡Has pasado completamente de mí! ¡Y les has sonreído!

-¿Qué?- James cada vez entendía menos.

-A tu séquito de gilli... ¿¡Porque sonríes!? -dijo Lily, frustrada. James había cambiado, la expresión, estaba sonriendo y feliz.

-Estas celosa...-dijo en un murmuró con un tono como si lo estuviera cantando.

-¡Ja! ¿Yo celosa de James Potter? Ya te queda...

-Estas MUY celosa- dijo sonriendo a Lily, afirmándolo.

-¡Qué no estoy celosa! Solo que me jode que que les hayas sonreído despues de enfadarnos, porque somos...- de nuevo no encontró palabras. No habían palabras para definir lo que eran. James sonrió más- ¡No sé! ¡Deja de sonreír!

Lily estaba cavando su propia tumba. Espero a que James se riera en su cara, pero no lo hizo.

-¿Pues sabes qué?- dijo con una mueca divertida. Estaba muy feliz. Básicamente era como si Lily Evans le hubiera dicho que ella sentía algo por él, su sueño desde hacía seis años. No sabía lo que sentía, "seguramente sería odio" se dijo, "pero no, Lily ha reconocido que estaba celosa. Sí, a ratos me odiara pero, ¿Y sí le gustó?" pensaba. Continuó con sus palabras, se acercó a su oído- Que todas ellas no me conseguirán volver tan loco como tú, pelirroja.

Lily se calló. James sería un capullo, pero con esos detalles se ganaba a Lily. Él se separo lentamente.

-Voy a...-intentó decir ella, manteniendo su orgullo- Me voy ya.

-Hoy es domingo-le recordó James- ¿Vendrás, verdad?- dijo con voz inocente. Todos los domingos eran las reuniones de la Orden del Fénix, y ya casi como a tradición, todos los domingos despues de la reunión, se iban a la habitación del los Merodeadores Sirius, James, Remus, Peter, Lily y Jess, a hablar y jugar a prueba o verdad.

Lily sonrió.

-Me lo pensaré.-dijo haciéndose la difícil. Claro que iría, pero eso no lo sabía James. Él río ante su comentario mientras le miraba subir hacía el castillo.

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Allí estaban unas 20 personas. Estaban practicando hechizos en la sala de los Menesteres. El entrenamiento de la Orden del Fénix estaba llegando a su fin.

-Esta bien, esta bien...- el director habló. Todos pararon de practicar y se giraron a mirar al profesor Dumbledore- Señores y señoritas, han mejorado mucho en este mes y medio. Mis más sinceras felicitaciones.-Los alumnos se pusieron a aplaudir en ese descanso de palabras- Así pues, nos vemos el próximo día- los alumnos asintieron-, señores, señoritas- dijo el director mientras les inclinaba la cabeza y salía orgulloso de la sala.

La mayoría les siguieron y fueron saliendo de la sala. Todos excepto una persona, Lily Evans. Tenía un plan. Sabía perfectamente que sí se quedaba "recogiendo" James se quedaría con ella o le esperaría, y él no se olvidaría de repetirle la pregunta que llevaba formulando semanas y semanas: "¿Quieres ir al baile conmigo?"

Lily estaba en lo cierto y James se fijó en que la pelirroja no salía.

-Esperarme- murmuró a sus amigos con los ojos fijos en ella. Sirius, Peter, Remus y Jess, quién hablaba con Remus, se pararon y se dedicaron a mirar. James entró dentro y se acercó a ella quien estaba de espaldas.

Sirius se acercó y les cerró la puerta.

-Vamos a dejarles un poco de intimidad- murmuró Sirius divertido.