Capítulo 2

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La habitación estaba en un completo silencio. La luz del sol, un sol brillante de Septiembre, invitaba a entrar en el día. La estancia era bastante acogedora: era grande, luminosa y estaba perfectamente ordenada. Había cuatro camas con sus cortinas, todas recogidas.

Pese a haber tres camas, solo dos estaban ocupadas por dos chicas. Los ojos verdes intensos de una de ellas se fueron abriendo. Lily no tardó en incorporarse y hacer una breve organización mental sobre todo lo que tenía que hacer ese día. Una sonrisa iluminó su cara: hoy empezaban las clases. Miró a la chica que dormía enfrente de ella.

-Jess, despierta... - dijo canturreando la pelirroja- ¡Hoy empezamos las clases!- adjuntó llena de optimismo. La otra chica tenía la cabeza hundida en la almohada, lo único que se le veía era su pelo marrón claro.

Está, tumbada, le contestó con un leve gruñido. Lily rió y le lanzo un cojín de su cama.

-Venga...-le animó-, ¿No estás emocionada? ¡Hoy empezamos las clases!- repitió la pelirroja. Abrió su baúl, ya que la noche anterior no le había dado tiempo a sacar su ropa y empezó a buscar su túnica- Hoy tenemos clase de encantamientos, pociones, herbología, cuidado de cria...- el mismo cojín que le había lanzado a su amiga, le fue devuelto.

-Lily, no quiero ir...- dijo Jess mientras se incorporaba. Sus ojos castaños estaban llenos de legañas.

-¡Pero si dar clases es lo mejor de venir a Hogwarts!- dijo quitándose el pijama.

-¡Ah, no! Lo mejor de Hogwarts soy yo. Pero gracias, eh, yo también te quiero...- contestó Jess fingiendo enfado y dejándose caer otra vez en la cama.

-Lo mejor después de ti, claro...- dijo en un tono exagerado, dedicándole una sonrisa burlona-. Va, vístete y bajamos.

Jess se levantó y se dispuso a deshacer su baúl. Cuando ya se vistieron, prepararon y estuvieron listas, bajaron a desayunar al gran comedor.

El gran comedor era una sala... Mágica, en todos sus sentidos. Era enorme, capaz de recibir a más de cien alumnos. Tenía cuatro grandes mesas dividiéndolo, una por cada casa: Slytherin, Hufflepuff, Gryffindor y Ravenclaw. Ellas se dirigieron a la mesa Gryffindor, la suya, mientras miraban donde se iban a sentar.

-¡Jess! ¡Lily!- Remus Lupin levantaba la mano sonriendo. Estaba sentado con otros tres chicos, en medio de la mesa. Uno de ellos, Sirius, al oír eso le dedico una mirada de odio a Remus, pero él paso de esa mirada.

Lily se quedó quieta, seguía molesta por lo de la otra noche. Jess le sonrió y le levantó la mano a Remus.

-Vamos. -dijo casi en un susurro a Lily.

-Yo no voy con ellos, ni en broma.-dijo Lily mirando Jess.

-¿Y eso?

-Ya te contaré...- mirando fugazmente a James.

-Va, Lily, sabes que a mi tampoco es que me hagan todos mucha gracia...- rápidamente la imagen de Sirius paso por su cabeza. La relación de estos dos, no era de las mejores. - Pero vamos solo a saludar, solo a Remus.

Lily le dedicó una mirada desconfiada, pero aún así le siguió hasta su parte de la mesa.

-¡Remus!-dijo Jess cuando se acercaron a su parte. Le dio un beso en la mejilla y este le abrazó, levantándose rápidamente. Sirius continuaba con su mirada de odio, y James sonreía disimuladamente a Lily, mientras ella intentaba no fijarse en ese gran detalle.

Jess y Lily eran las mejores amigas de Remus desde primero. Jess se separo y les sonrió a todos, excepto a Sirius que le dedicó una sonrisa forzada.

James y LilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora