Ese día era diferente, en muchos sentidos. El primer trimestre se acababa, los alumnos se despedían y pasaban sus últimos minutos en ese castillo durante las Navidades.
Todo el estrés de los exámenes parecía muy, muy lejano, las risas inundaban los pasillos, las escaleras, y toda y cada una de las salas comunes de Hogwarts.
Una sonrisa diábolica decoraba la cara de la morena. Bajaba a toda pastilla, empujando a algunos alumnos por las escaleras para pasar. Detrás de ella, arrastraba a una pelirroja con expresión cansada y un tanto molesta.
-¡Jess!- llamó- ¡Para, me tengo que hacer la maleta, quedan unos 5 minutos!
Jess al oír eso, aceleró.
-¡Deja de quejarte!
-Pero, tengo que terminar el equipaje y ayudar como prefecta que soy a los...
-¡Lily!- dijo Jess cortándola- Escucha... Confía en mí. Vamos un segundo al... ¡Lo siento!- dijo al apartar a un chico de su camino- Vamos al lago.
-¿Para qué? ¡Cuidado con la...!- Jess saltó hábilmente la escalera. Estaban ya saliendo al exterior.- ¡Jess...!- se volvió a quejar la pelirroja.
El césped estaba brillante, era una escena espectacular, aunque el frío no se podía negar. Casi inconscientemente, Lily se llevó la mano que no tenía atrapada por su mejor amiga a su hombro, para calentarse. Jess bajo el ritmo.
-Vale...- murmuró para sí. Estaba cumpliendo el plan a la perfección, aunque James aún no había llegado. Miro su reloj: 11:57. Tres minutos y saldrían.- Lily, mira, quédate aquí, ¿Vale?, Yo...
-¿Qué? ¡No, Jess! ¡Mira a tu alrededor, todos llevan ya las maletas!- Jess se dió cuenta de que era verdad.
-Esta bien, tu... Espera aquí, me voy corriendo y te hago la maleta en seguida, ahora bajo.
-¡Jess! ¡Por las barbas de Melin, ¿Qué esta pasando?! - gritó Lily, pero la morena ya estaba corriendo hacía el castillo. Lily se abrazó a sí misma, para taparse del aire. Su melena color fuego en cambio, volaba tras de sí.
No llevaba la túnica, sino un jersey azulado muggle, preparada para salir. Muchos alumnos se empezaron a ir, dejándola a ella casi sola. El viento sopló más fuerte. Era una oportunidad perfecta.
Las oportunidades pasan constantemente a nuestro al rededor, aunque no las veamos. Curiosamente, solo unos pocos son capaces de tener la suerte de saber cuál coger, y coger la correcta. En ese momento donde ella estaba preciosa, con su pelo al aire, esperando algo que no sabía bien él que era, supo ver lo que sería su oportunidad, la que él aprovecharía.
El chico se acercó de espaldas a ella. Y le llamó desde atrás.
-Lily...-dijo una voz temblorosa.
La respiración se le paró durante unos instantes. No tenía porque darse la vuelta, sabía de quién era. Uso todo su valor para preguntar.
-¿Qué?- era una voz más fría que el propio tiempo. Severus Sanpe, le puso su mano con delicadeza en su hombro.
-Lily, yo...- Lily movió el brazo bruscamente para apartar la mano de su hombro del que había sido su mejor amigo. Se dió la vuelta.
-Mira Severus, no tengo tiempo para tonterías, vete.- La voz ya de por sí demarcaba su estado de ánimo.
-Porfavor, escúchame...- la voz temblorosa continuaba en él. Ella no le cortó esta vez y aprovecho para continuar- Yo... Lo siento- fue lo único que pudo decir.
-Hay cosas que dos simples palabras no pueden arreglar. - Se dispuso a irse, ¿Qué demonios hacía ella allí?
-¡Lily, espera!- Severus repitió mirándola. Ella se dió la vuelta, a un par de metros de distancia de él.

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James y Lily
FanficÉpoca Merodeadora, James y Lily con su preciosa historia de amor, sus peleas y reconciliaciones, Sirius con sus ligues, Remus con sus problemas peludos, y la amenaza de una futura guerra, les hará estar más unidos que nunca y demostrar que por uno d...