29. Éxtasis

842 45 30
                                    

Antes de nada, gracias a todas por haber comentado el capítulo anterior. Me ha hecho tanta ilusión que me he decidido a subir este capítulo que espero que disfrutéis como ninguno ;P

__________________________-

El frío cayó sobre mí de golpe, sintiéndolo en cada parte de mi cuerpo pero con más intensidad en mi corazón. Como si me hubiese convertido en una autómata, recogí todo lo que había quedado en la mesa y le di un agua. Sin ganas de limpiar ni seguir haciendo nada, cada vez más conquistada por aquel frío tan desagradable, me fui al sofá y me senté junto a Bise, que rápidamente pidió que la subiese conmigo. Su dulce cara y el verla tan contenta me hizo sonreír levemente, aunque una lágrima traicionera salió de nuevo de mis ojos. Una lágrima que abrió el grifo que llevaba tanto rato intentando mantener cerrado y que no pude volver cerrar.

Mis lágrimas caían sin control, me costaba respirar y solo pude hacerme un ovillo, coger a Bise entre mis brazos y tumbarme en el sofá mientras las lágrimas seguían saliendo descontroladamente de mis ojos. Definitivamente le había perdido, para siempre, y eso me hacía sentir un vacío más que desagradable y desgarrador en mi interior. No era capaz de entender cómo todo había podido acabar de aquella manera, cómo habíamos podido estar tan bien, tan conectados y felices y de la noche a la mañana habernos distanciado de aquella manera. No era capaz de pensar en nada más que en él, en todo lo vivido durante aquellas semanas; las risas, los abrazos, las miradas, las sonrisas, sus besos... Sabía que iban a estar conmigo para siempre, pero iba a dolerme mucho cada vez que lo recordase y mucho me temía que mi mente tenía pocas ganas de olvidarse de él.

En pocos minutos, Bise se quedó dormida entre mis brazos, respirando suavemente. Supe que aquella cachorrita iba a ser mi salvación y sabía que iba a quererla mucho. A penas llevaba unas horas conmigo y ya estaba tremendamente enamorada de ella. Era preciosa.

De golpe, oí como llamaban a la puerta y me sobresalté, algo asustada. Seguramente sería algún vecino que vendría a darme un sermón por haber hecho tanto ruido aquella noche, así que decidí no abrir. No obstante, volvieron a llamar. Me levanté del sofá, a regañadientes e intentando no despertar a Bise que, por suerte, siguió durmiendo. Limpié mis ojos un poco con la manga de mi chaqueta, coloqué un poco mi pelo y me dirigí hacia la puerta. La abrí.

Quien estaba delante de mí era Pablo y me sorprendí al verle allí, incluso parpadeé varias veces para cerciorarme de que no se trataba de una alucinación. No dijo nada, solo se quedó delante de mí, inmóvil y con unos ojos algo enrojecidos que parecían haber llorado:

- ¿Qué haces aquí?- le pregunté mirando mi reloj y viendo que había pasado casi media hora desde que se habían ido- ¿Te has dejado algo?- insistí al ver que no decía nada.

- No puedo irme así- dijo mirándome a los ojos.

- ¿Así cómo? Te dije que no debías preocuparte por...

Y sin verlo venir, se lanzo hacía mí y aprisionó mis labios entre los suyos, besándome como si de eso dependiese su vida, con ganas, desesperación, amor e incluso rabia. No pude reaccionar a aquel beso, ni siquiera estaba segura de que aquello estuviese pasando y me sentí muy torpe. Mi cuerpo pareció perder todas sus fuerzas y el latido de mi corazón comenzó a aparecer acelerado en diferentes partes de mi cuerpo. Incluso creí que si Pablo no hubiese estado sujetándome por la cintura, me hubiese caído al suelo. A pesar de todo, supe que necesitaba aquel beso, aquellos labios, su sabor y su tacto.

El frío y el vació que había sentido en la totalidad de mi cuerpo solo segundos antes, parecieron desaparecer para convertirse en calor y felicidad. Cuando se separó de mí, sentí mis labios arder e incluso palpitar por la fuerza con la que me había besado. Ambos respirábamos aceleradamente y vi sus labios rojos, seguramente igual que como debían estar los míos, y una mirada llena de deseo:

Bajo el cielo de París [Pablo Alborán] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora