30. Hasta pronto

681 37 14
                                    

            

Nuestros cuerpos brillaban por el sudor y ardían por el calor que aún sentían, pero me sentía en el paraíso después de aquello. Casi por un impulso que sentimos ambos a la vez, giramos nuestras cabezas para mirarnos y no pudimos reprimir una sonrisa que acabó convirtiéndose en una suave y ahogada carcajada. Ambos parecíamos atontados por el momento que acabábamos de vivir y el bienestar y la felicidad parecían reflejarse en los ojos de ese hombre que tanto me había hecho disfrutar:

- Ha sido increíble- dijo él.

- Perfecto- seguí yo.

- Sin duda...

Poco a poco nuestras respiraciones fueron normalizándose y un sentimiento de confusión comenzó a apoderarse de mí. Todo lo que había ocurrido había sido genial, perfecto, pero ¿y ahora qué? Era evidente que ambos nos habíamos tenido ganas desde hacía mucho pero ¿qué significaba aquello? Volví a sentir miedo de nuevo, y más sabiendo que ahora mi cuerpo le necesitaba casi como el aire para respirar:

- Ven aquí...- susurró él abriendo sus brazos e invitándome a abrazarle.

Puse mi cabeza en su pecho y él abrazó mi espalda con un brazo y acarició mi cabeza con su mano:

- Tienes que saber algo- empezó.

No dije nada, no sabía qué esperar que me dijese después de aquello así que dejé que hablase:

- Yo... si te dije lo que te dije el jueves fue por un buen motivo, Henar.-empezó- Nunca he querido que esto que tenemos se quedara en aquel punto, y después de lo que acaba de ocurrir no pienso seguir pensando lo mismo.

Sonreí:

- ¿Y cuál fue ese motivo?

Él suspiró  y yo le miré, viendo miedo en sus ojos:

- Recibí varias amenazas por mensaje, en las redes, en mi teléfono y por varios sitios.- me explicó.

- ¿Amenazas sobre qué?

- Al parecer varias personas e incluso medios saben ya cuál es tu identidad, y han amenazado con publicarla e incluso con ir a por ti y a por tu familia si yo no paraba con esto.

- ¿Qué? ¿En serio?- pregunté sorprendida y enfadada- ¿Por qué no me lo dijiste?- le recriminé aunque con suavidad.

- No quería que te preocupases por nada. Solo debía dejarte y ya está. No quería involucrarte en esto ni que te sintieras amenazada por el hecho de haber estado conmigo.

- Pero es que ya estaba involucrada, Pablo. ¿No lo entiendes? Si me lo hubieses contado quizás hubiésemos podido hablarlo. Pero preferiste cortar directamente...

- Lo sé, me equivoqué y no sabes cuanto me arrepentí de ello enseguida. Pero no podía dejar de pensar que ibas a sufrir por mi culpa.

- He sufrido igual. Ha sido peor esto, sin saber el por qué. Pensé incluso que todo había sido una mentira- le expliqué mientras él besaba mi cabeza.

- Perdóname, preciosa. Por favor... odio haberte hecho llorar, me odio por ello no sabes cuanto, pero no voy a dejar que nos manipulen más. Quiero estar contigo y ahora más que nunca. Te necesito en mi vida. Además, jamás he tenido un sexo tan bueno como el de hoy- dijo riendo y relajando el ambiente.

Yo también reí:

- ¿Solo me quieres por eso? – le reté.

- Obvio que no. Pero no puedo evitar sentir aun si cabe más por ti después de esto. No sé tú, pero yo he sentido una conexión, una confianza y un conocimiento mutuo tan grande entre los dos que no quiero que se pierda nunca.

Bajo el cielo de París [Pablo Alborán] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora