53. Fuegos artificiales

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Mientras preparábamos durante aquellos últimos minutos las uvas, comencé a sentir algo de frío, y es que llegando la medianoche caía mucha humedad y se me calaron los huesos con ese frío de diciembre. Pablo pareció darse cuenta y se acercó a mi junto a su silla, por detrás, sentándose a mi lado en perpendicular indicándome que cambiara mi posición para poder tirarme hacia atrás y quedar apoyada en su pecho con él abrazándome. En cuanto sentí el calor de sus brazos, me sentí mucho mejor:

- ¿Bien?- susurró en mi oído.

- Más que bien...- respondí casi en un suspiro antes de que Pablo besase mi sien mientras me acomodaba.

Los cuartos comenzaron a sonar marcándose por la iluminación de cuatro columnas que había justo donde estaban las fuentes iluminadas y Pablo me acercó las uvas. Diez segundos después, comenzaron las campanadas acompañadas por múltiples fuegos artificiales, campanadas que intentamos seguir mientras comíamos cada una de las uvas pero que la risa al ver como Pablo se atragantaba me dificultó comer a tiempo. Una vez acabaron, cogimos las copas de champagne, brindamos y dimos un primer sorbo:

- Feliz año, princesa.- me dijo Pablo al oído.

- Feliz año, mi príncipe.- respondí sacándole una hermosa sonrisa.

Nos dimos un suave beso en los labios. Creo que nunca había sido tan feliz y al contrario de lo que esperaba no hacía tantas horas atrás, sí que estaba siendo el mejor fin de año de mi vida, tal y como Pablo me había anunciado. En ese momento, entendí que quería vivir junto a él más momentos así, compartir experiencias, vivencias, sueños, decepciones, risas, llantos... Quería estar con él y estaba más segura que nunca.

Pablo y yo estuvimos un rato allí disfrutando del espectáculo de música, luces y fuegos artificiales, pero las intensas miradas y los sensuales besos que no dejábamos de darnos comenzaban a inquietar y calentar demasiado el ambiente. En un momento dado, Pablo volvió a abrazarme de nuevo por detrás, acariciando mi vientre peligrosamente y besando mi cuello, acción que me hizo reprimir un gemido. Teníamos suerte de que la gente que estaba allí ese encontrara inmersa observando el espectáculo y que el sonido de la música y el ruido de los fuegos artificiales callaran a nuestros suspiros desesperados:

- Ven a dormir conmigo...- pronunció con su voz ronca antes de dar pequeños mordiscos en el lóbulo de mi oreja.

- Si voy contigo no pienso dormir, Pablo.- solté.

- Era una manera de hablar... Ven a pasar la noche conmigo, entonces ¿aceptas?

- Acepto.

Nos dirigimos al ascensor, casi apresuradamente, en el que tuvimos que contenernos para no comenzar lo que ambos deseábamos allí mismo. Pablo acariciaba mi brazo por detrás, mientras tenía mi espada ligeramente arqueada sobre su pecho, caricias que notaba con intensidad pese a llevar el abrigo puesto. Sentía la respiración de Pablo en mi nuca, y su olor embriagador provocaba en mí sensaciones simplemente inexplicables. Antes de llegar a la planta en la que teníamos que bajarnos, Pablo se acercó aún más a mí pudiendo sentir su inminente erección en lo bajo de mi espalda:

- La noche promete...- susurró divertido.

- Deja de hacer eso o tendrán que llamarnos la atención cuando nos vean haciendo lo que no dejo de pensar en este mismo ascensor.

Pablo rio, una carcajada melodiosa y tremendamente sensual que no me dejó indiferente:

- Créeme, amor, si no tuviese que comportarme en público me daría exactamente igual que pudiesen llamarnos la atención.- soltó provocando una placentera descarga en mi bajo vientre.

Cuando el ascensor llegó, por fin, a la planta baja, Pablo me cogió de la mano y casi que tiró de mi hacia el parquin, pues la excitación, los tacones y la risa tonta que seguramente el cava había provocado no me dejaban caminar con agilidad.

Una vez en el coche, pude observar como la mandíbula de Pablo se apretaba una y otra vez acompañada por su silencio. Le veía algo tenso. Me sentía totalmente embrujada y atraída por sus rasgos, e incluso adoraba cómo se veían sus manos en el volante, viriles a la vez que delicadas:

- Notar tu mirada tan clava en mí mientras conduzco no me deja concentrarme.- dijo con una media sonrisa.

Reí por lo bajo:

- Discúlpeme, señor. Pero esta noche está usted muy... sexy.

Pablo rio a carcajadas, desviando por un momento su mirada de la carretera para mirarme divertido:

- Esa palabra suena muy bien cuando la pronuncias tú.

- Lo sé- respondí- Lo único que no me gusta es lo tenso que pareces estar. ¿Algo va mal?- pregunté paranoica, como siempre.

- Sí, Henar, algo va mal. Quiero que esta noche sea perfecta para los dos, que puedas recordarla siempre como la mejor noche de tu vida y lo tengo todo milimetradamente preparado, pero lo único en lo que puedo pensar ahora mismo es en parar el coche y hacerte el amor aquí mismo.

Esas palabras provocaron que un insoportable calor invadiese todo mi cuerpo a la vez que mi corazón se aceleraba como si estuviese corriendo una maratón. No supe qué contestar a aquello, y la tensión sexual que había en aquel coche fue creciendo por momentos, llegándose incluso a poder sentir sobre nuestros hombros. Pablo, en un momento dado y sacándome de mis pensamientos, puso su mano sobre mi muslo casi desnudo, solo cubierto por unas finas medias, acariciando el mismo acercándose peligrosamente al centro de placer de mi cuerpo mientras mordía su labio inferior:

- No te voy a mentir diciéndote que lo que estás haciendo no me gusta, pero concéntrate en la carretera o podríamos estropear la noche por tener prisa- le dije- Por mucho que me esté costando, prefiero esperar unos minutos más para llegar sanos y salvos a donde sea que me estás llevando para poder disfrutar de ti toda la maldita noche.- acabé casi desesperada al sentir como Pablo no dejaba de acariciarme.

Él parecía estárselo pensando, pero pocos segundos después su mano se separó de mi cuerpo, sintiendo un enorme anhelo prácticamente al instante:

- Tienes razón...- musitó él divertido- Pero ya te aviso que no me hago responsable del poco control que voy a mostrar esta noche.


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Solo quedan 2 capítulos más... por favor, comentad en cada uno de ellos, dejadme disfrutar de estos últimos comentarios vuestros, me haríais super feliz!!!

<3

Bajo el cielo de París [Pablo Alborán] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora