008|Ególatra será tu madre

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Me llevo un puñado de los cereales que llevan relleno a la boca y los mastico con suavidad, saboreando el chocolate que llevan dentro.

Siento el olor de la comida que Brad está preparando en la cocina y mi estómago ruge con fuerza. Está preparando una lasaña, una que ha visto y preparado viendo los vídeos de Internet. La verdad es que no confío mucho en su nivel culinario, pero no me queda otra opción que comer de su preparación ya que no tengo tiempo de encargarme yo misma de la cena.

Gracias universidad, gracias señor Patrick y gracias consejo estudiantil.

Vuelvo a mirar las 5 encuestas que tengo esparcidas en la mesa. Mis lápices están algunos sobre la mesa, algunos sobre el piso, todos desparramados cual desastre andante.

—Qué te parece —hago un sonido de garganta que indica que estoy pensando—: «¿qué carrera elegir?»

Golpeo mi boca con el extremo opuesto a la punta del lápiz negro, esperando una respuesta.

—Suena horrible, aún peor que el anterior —responde mi hermano, a la vez que prepara el relleno de la salsa y la carne en una olla. Evito seguir mirándolo para no arrepentirme de dejarle la cocina a él—. ¿Por qué no le pones: «qué carrera elegir para no arrepentirte luego»?

Ruedo mis ojos, pero río.

—Tu carrera ideal —vuelve a intentar.

Tu carrera ideal.

No está tan mal, definitivamente es mucho mejor que: «¿por qué elegiste la carrera que elegiste?» Además, viniendo de Brad, es aún más interesante por el hecho de que ha pensado por una vez en su vida.

¡Aleluya!

—Y podría ponerle signos de exclamación —sugiero, mirando la encuesta e imaginando en mi mente cómo quedaría—. Podría ponerle alrededor del título varios dibujos que representen la universidad.

—¿Diplomas?

—No, algo más lindo —pienso—. ¿Estrellas?

—¿Y qué relación tiene eso con la universidad? —inquiere riendo. Se sienta frente a mí, dejando que la comida siga haciéndose y tomando un papel para mirarlo.

—No tiene nada que ver, por supuesto, ¿pero qué otra cosa se te ocurre? —interrogo esperando que de su cabeza surja algo mejor que de la mía. Aunque eso se ve un poco difícil.

En este mismo momento estoy odiando a Fred por darme este trabajo. Ni siquiera sé que tiene que ver con mi carrera, qué tienen que ver las encuestas con el periodismo. ¿Por qué no podía darle este trabajo a otra persona con más imaginación y dejarme a mí algo que se haga en el ordenador? Soy muy buena escribiendo rápido, ni siquiera me hace falta mirar el teclado para saber dónde están las letras... ¡Ja! Gran habilidad, lo sé.

Su nombre es FredDonde viven las historias. Descúbrelo ahora