Serie: Chicago #1
-Comedia Romántica-
Ella es muy despistada.
Él es muy organizado.
Ella es espontánea.
Él es extrovertido.
Ella ama jugar, reír y divertirse.
Él ama estudiar y sacar las mejores notas.
Ella odia las personas que se creen superiores...
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—¡Josh Pattison tiene nueva novia! —viene Nate corriendo en nuestra dirección, gritando a todo pulmón el nuevo chisme y esparciéndolo prácticamente por toda la cafetería. Nick, quien camina detrás de él, viene tapándose el rostro con ambas manos totalmente avergonzado de su mejor amigo.
El pelinegro llega a nuestra mesa después de largos segundos en los que se toma su tiempo para prácticamente saltar con energía sobre el suelo, a la vez que lleva una café que toma sin cuidado alguno que me deja en claro que debe ser el causante de la sobre energía del chico.
Nosotras miramos hacia nuestro alrededor como si desconociéramos al chico totalmente. Efectivamente ha llamado la atención de unos cuántos alumnos quienes nos miran con burla. Magda se encarga de sacarle la lengua a todos esos mientras les muestra el dedo corazón a otros.
Llega jadeante y toma asiento a mi lado, el rubio se apresura a seguirle el paso y casi sin darse cuenta, se posiciona a un lado de la rubia, quien al instante se le encienden las mejillas, su frente se arruga y comienza a sentirse realmente incómoda.
—¡Josh Pattison tiene nueva novia! —repite, estampa el vaso de cartón sobre la mesa y definitivamente yo tengo miedo de que el líquido en cualquier momento se derrame sobre la mesa, o peor, sobre alguno de nosotros—. ¡Me acabo de enterar, y eso no es todo!
Observo de reojo a la pelirroja que ahora tiene la mandíbula visiblemente apretada, sus ojos destellan furia y no puede evitar mirar al pelinegro con odio e indignación.
—Cuenta de una buena vez —comenta Luce y Nick la observa. Al cabo de segundos, en los que mira el banco donde está sentando y vuelve a mirar a la rubia, cae en la cuenta de que está a su lado y de que ella no lo echó a patadas todavía. Sus mejillas se colorean un poco y sus ojos verdes están abiertos como desorbitantes, sin embargo no hace si quiera el amago de cambiar de asiento.
—¡Dinos que José el mexicano ya no está más con Olivia la porrista! —ruega Magda, visiblemente cansada de las idas y vueltas de los chicos.
Nate se aclara la garganta y como si fuera un presentador de televisión, golpea la tapa de su café como si éste se tratara de un micrófono.
—Dicen que Josh, el mariscal de campo, está saliendo con una chica mucho menor que él —comienza, atrayendo la atención de todos nosotros—, y que Olivia, la porrista, se está muriendo de los celos por eso. ¿Y saben que hizo José al respecto? —interroga, dejándonos a todos con la intriga—. Adivinen.
Fanny frunce su ceño a más no poder mientras lo mira con reproche al chico, el cual le dedica una de sus típicas sonrisas llena de suficiencia. Esta es una guerra en todo su esplendor, lo demás son bobadas.
—¡Cuéntanos qué hizo! —pide Nick y sonrío porque parece un amante de las telenovelas—. ¡No podemos adivinarlo!
—Muy bien, lo que pidan —sonríe y vuelve a acercar el café a sus labios para hablar, no sin antes tomar un sorbo—. Dicen que José, el mexicano, se enojó con su novia por haberse puesto celosa y que ahora está en plan de quitarle la novia a Josh.
