Su nombre es Fred

037|¿Lucille fue capaz de mentirnos con algo así?

Capítulo 37.

¿Lucille fue capaz de mentirnos con algo así?

Una semana después entro a la CSU de la mano de Fred. Caminamos uno al lado del otro hasta llegar a nuestra mesa en la cafetería. Todos los presentes allí voltean para vernos llegar de la mano. Aún no se acostumbran a vernos de tal manera y para ser sincera, yo tampoco me termino de acostumbrar.

Es extraño, porque aún sigue siendo insoportable, egocéntrico y correcto. Pero ahora, lo que ha cambiado, es que me gusta. Me gusta tenerlo de compañía, que me bese, que tome mi mano y demás cosas. Incluso me gusta sorprenderlo cuando soy yo quien toma la iniciativa.

Me siento al lado de Fanny, y el castaño al lado del rubio, frente a nosotras.

—No puedo creerlo... —el futuro periodista está mirando alguna mesa en concreto.

Todos, casi a la misma vez, fruncimos nuestras frentes preguntándonos qué le pasa.

—Es que... es imposible. ¿Cómo se les ocurre? —voltea hacia nosotros para mirarnos con el enfado mismo plasmado en el rostro. Parece ofendido de verdad. ¿Será con la pelirroja?

Está a punto de decir algo más cuando Fanny lo interrumpe.

—¡Josh y Sharpey han terminado! —exclama ella, llamando la atención de las mesas de al lado. Al parecer no somos los únicos que seguimos la novela —. ¡Y José con Olivia no parecen tener retorno!

Todos emitimos un jadeo de sorpresa. ¡José y Olivia no! Siento mi corazón partirse dentro de mi pecho, y todos dejamos un minuto de silencio por nuestros respectivos teams.

Magda finge quitar una lágrima inexistente de sus ojos, y Nick quita una de verdad. Momento, ¿él enserio está llorando por esto? Sí que es sensible...

—¡¿Por qué te robas mi información?! —reclama el castaño, pero la pelirroja no le da importancia a su cuestionamiento. De hecho, parece que ni siquiera existiera en su mundo. Es imposible que algo entre esos dos suceda. Parecen ser más bipolares que Brad cuando le gusta una chica.

—¿Cómo que han terminado? ¡Es imposible! ¡José ama tanto a Olivia como yo amo a Luce! —declara el rubio a la misma vez que lloriquea como un niño. Cuando se percata de lo que ha dejado escapar abre grandes sus ojos y nos mira.

Todos nos hemos quedado en silencio, mirándolo. Algunos con sorpresa, otros —como yo—, con diversión y Luce con enfado; lleva las mejillas ahora encendidas como una caldera y su frente tan arrugada que me recuerda a la anciana que vive al lado de mi casa. La rubia se levanta de su asiento y se va sin decir nada.

Nick está a punto de perseguirla pero Nate lo detiene.

—No vale la pena... —le aconseja él, y eso hace que Magda, Fanny y yo lo miremos con odio.

—¿Quién te crees que eres para decir eso de nuestra amiga, idiota? —Fanny es la primera en atacar. Se le ve furiosa y sinceramente creo que lo está más por el hecho de que se dirige al castaño, más que por decir eso de nuestra amiga.

Pensamos que la discusión terminará allí, pero al contrario, Nate parece listo para atacar de nuevo.

—¡Es la verdad! ¡Ella solo quiere lastimar a mi amigo, que se vaya y lo deje tranquilo!

—¡Es tu amigo quién la lastimó a ella, ¿cómo se te ocurre decir tal barbaridad?!

Bratter intenta calmar las aguas. Hace el intento de tranquilizar a Anderson, pero es imposible. Él también está rojo de la furia. Incluso parece que ahora lo que pasó con Luce y Nick, es opacado por la singular pelea que están teniendo ellos dos.