Capítulo 44.
Y para siempre.
Una semana después estoy algo mejor. Al menos ahora me levanto para comer y beber un poco de agua o jugo, lo que sea. Brad parece horrorizado pensando que estoy enferma, así que cada una hora él viene a mi cuarto para corroborar que estoy bien y que no me falta nada. Dulce pero molesto. Al menos ahora él está en el trabajo, así que puedo tener paz por unas cuantas horas sin escuchar sus: "¿Estás bien?" "¿Necesitas agua, comida o alguna cobija?" "¡Milana, te tiro agua bendita para que se te salga el demonio perezoso!"
Sí, y él realmente me tiró con agua en la cara. Aunque dudo mucho que haya sido bendita, ¿Brad en una iglesia? Quiero reír a carcajadas.
Así que mi hermano me sacó la primera sonrisa después de tantos días. ¿Qué sería de mí sin él? Aunque la mayoría de veces sea insoportable y logre exasperarme con facilidad, me alegra tenerlo en mi vida.
Tomo la laptop que está sobre mi mesa de luz y la enciendo. Lo primero que abro es Skype, porque necesito una buena dosis de mis mejores amigas.
—¡Ciao, amici miei! —es lo primero que exclama Fanny al entrar al chat grupal.
—¿Acaso Ciao no es chau? —interrogo con curiosidad mirando su alborotado pelo naranja del otro lado.
Ella sonríe logrando que se asomen algunos rasgos por sus ojos. Venecia definitivamente le pegó bien, ella parece mucho más contenta y feliz. Me alegra saberlo.
—¡¿Y qué carajos significa amichi miau?! —grita Magda cuando entra al chat, su boca formando una "o" y con una mano sobre el pecho —. ¿Acaso me estás diciendo que soy un gato? ¿Uno de esos que sólo buscan sex..?
—¡Ya llegué, ya llegué! ¡No hables más, Magda! —chilla Luce interfiriendo sobre la oración de la pelinegra.
Suelto una carcajada y sonrío. Definitivamente las extrañaba demasiado. Ellas logran darme esa chispa de color cuando todo en mí es oscuridad.
—Amigas, simplemente dije: "hola mis amigas". ¿Qué está mal con ustedes? —cuestiona la pelirroja con una mano sosteniendo su barbilla —. Ya no se les puede decir nada tierno que hacen un drama. ¡Mujeres!
—Milana comenzó.
—¡Hey! —me quejo entrecerrando mis ojos hacia la imagen de la pelinegra, ella simplemente sonríe encogiéndose de hombros—. Y cuéntanos, McGiber. ¿Cómo son los chicos franceses?
Luce rueda sus ojos y se pega con la mano en la frente.
—¡Lana, con razón reprobaste geografía! —se queja negando con su cabeza—. Venecia queda en Italia.
—Oh, Luce, ya lo sabía, ¡era obvio que estaba bromeando! —me justifico y suelto un bufido, ella sonríe aun negando con su cabeza.
—Una sola palabra para describir a los italianos: dulces.
—¿Ya los has lamido? ¡Y luego dices que te fuiste para allá de vacaciones, picarona! —canturrea la futura tatuadora y menea sus cejas de arriba abajo.
Suelto una carcajada y desde aquí se ven cómo las mejillas de Fanny se encienden.
—Quise decir tiernos, O'connell —corrige—. No tuve la oportunidad de cruzarme con muchos, pero sí conocí uno en una librería y ¡wow! Ellos son realmente amables y su voz... su voz es como...
—¡Un orgasmo!
—¡Magda!
Comenzamos a reír a carcajadas mientras la rubia simplemente suelta incoherencias en voz baja.
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Su nombre es Fred
Roman pour AdolescentsSerie: Chicago #1 -Comedia Romántica- Ella es muy despistada. Él es muy organizado. Ella es espontánea. Él es extrovertido. Ella ama jugar, reír y divertirse. Él ama estudiar y sacar las mejores notas. Ella odia las personas que se creen superiores...