Su nombre es Fred

039|Te quiero, Fred

Capítulo 39.

Te quiero, Fred.

De inmediato y sin esperar un segundo más, las tres recorremos la misma dirección por la que Fanny escapó. Como la conocemos tan bien sabemos que el lugar ideal para escapar de cualquier tipo de situación para ella, es el baño.

Entramos desesperadas y encontramos a la pelirroja mirándose al espejo de brazos cruzados y con un rostro lleno de aversión e indignación. Llegamos a su lado en menos de un segundo. Lleva el maquillaje corrido por las lágrimas y la mirada que le da a su reflejo en el espejo es de odio y dolor a la vez.

—¿Alguna puede decirme de una bendita vez qué es lo que está mal conmigo?

Trago saliva y miro a las demás. Soy la primera en hablar.

—Fanny, nada está mal contigo —dejo de manera suave una mano sobre su hombro de forma reconfortante —. Eres hermosa con todo lo que eres tanto por dentro como por fuera. Aquí todas te amamos por tu forma de ser, porque si hay algo que te caracteriza es tu gran personalidad. Nos sacas siempre una sonrisa, nos mantienes al día con los chismes del alumnado —bromeo, y ella deja escapar una débil sonrisa—, pero principalmente por tu amor hacia todos y el amor que pones en todo lo que haces, es lo que más amamos de ti. Nada está mal contigo.

—Un amor frustrado no lo es todo, Fanny. Sé que no puedo decir mucho al respecto —habla Luce, haciendo una mueca de preocupación—, pero lo que sí sé es que no puedes estancarte de tal manera por eso. No puedes juzgarte a ti misma como si no valieras nada, cuando en realidad es todo lo contrario. Vales mucho. Hubo algunos que no supieron apreciarte, pero eso no significa que no haya más posibilidades en el mundo. Quizás Nate no era el adecuado. Quizás aún no te topaste con la persona que está atada al mismo hilo rojo que el tuyo.

Sonrío. Eso es muy al estilo Luce Webber pero al menos parece hacer algún tipo de efecto en Fanny ya que esta por fin alza su mirada llena de lágrimas contenidas para observar a la rubia con esperanza.

—Eres hermosa, como dice Lana —sigue hablando, ahora acercándose a nuestra mejor amiga—, y es algo que debes tener siempre presente. No dejes que este tipo de situaciones acaben contigo, porque en realidad nada puede hacerlo. Nada puede acabar contigo si tú no lo permites. No te hundas de esta manera porque el chico del que te enamoraste no te mira de la misma forma. En este caso te enamoraste de la persona equivocada. ¿Pero quién dice que allí fuera no hay más chicos por conocer? Incluso Josh Pattison se fijaría en ti. —agrega a modo de broma, guiñándole un ojo.

—Las cosas siempre pasan por algo, amiga —le sigue Magda, haciendo un ligero puchero con sus labios. No sé quién estaba más emocionada por una relación entre ellos, si la mismísima Fanny o la pelinegra—. Quizás no es tu tiempo para estar con alguien, quizás es tiempo de experimentar, para conocer y viajar. Para muchas cosas. Un novio no lo es todo, querida, eso ya deberías saberlo —le pellizca una mejilla y la pelirroja se abraza a sí misma, pero esta vez con una sonrisa curvándose en su boca—. Además, los chicos son idiotas. Mira esto como una gran ayuda. No tendrás que soportar a ese chico. Además, ¿Nate? Tú puedes más que eso.

Ahora las cuatro estamos riendo por el comentario de la futura tatuadora. Nathaniel no es feo, pero supongo que sólo lo dice porque quiere darle su apoyo a Fanny. Aunque los comentarios de Magda jamás son en vano.

—Pero... —Fanny toma mucho aire antes de hablar y su mirada se encuentra perdida en algún mosaico del piso—. ¿Enserio un chico? ¿En qué maldito momento pasó eso? ¿Acaso ustedes se dieron cuenta?

Todas nos quedamos pensando. La verdad es que por mi cabeza jamás paso tal idea. Es chocante saberlo ahora, pero no porque él sea gay sino porque lo conozco hace tanto tiempo que me hace sentir idiota no haberme dado cuenta. Nate tampoco tiene porqué ir contando así por así cosas de su vida privada, pero siempre estamos juntos, ¿por qué no confió en mi para decirlo?