Enamorado De Un Criminal [Libro 1 Y 2]

6

Desde esa vez que Jimin vió a suga llorando entre sus brazos, se dió cuenta que a pesar de todo tiene sentimientos y tiene recuerdos que aún lo ponían mal. No me atrevió a preguntarle qué pasó realmente con su familia, aunque estaba seguro que suga no me querría decir.

Nuevamente Jimin hará el desayuno, pero ahora llevaría el desayuno hasta el cuarto de suga.

Jimin se dirigió a la cocina a preparar el desayuno, trato de no ser mucho ruido para que suga no se despertara.

Ya cuando traía el desayuno al cuarto trató de tocar la puerta...  Estuvo tocando como 6 veces. Jimin ya se estaba acostumbrado a la vida a lado de suga, o al menos ya sabía que  le costaba levantarse.

—Ahorita bajó a desayunar contigo chimchim. —decia aquel chico pálido con su voz recién levantada y un poco malhumorado.

—T-tengo el desayuno en mis manos suga, sé que quieres desayunar en tu cama.

—Oh, ¿puedes pasar chimchim? —suga intentó cepillarse su cabello o verse menos desordenado— ¿No te está costando?

— Deja lo intento.. —jimin le estaba buscando la forma de entrar pero lo termina logrando—Si, creó que si puedo entrar.

Jimin pudo entrar a la recámara, aunque le costó mucho trabajo ya que tenía ambas manos ocupadas.

Cuando entró por primera vez a la recámara se sorprendió, se imaginaba una recámara con muchas armas, imagenes perturbadoras, muñecos diabólicos y uno que otro pedazo de carne humana (según el, en si lo de la carne humana es pura exageración). pero no, se encontró con fotos, póster y peluches de "Kumamon"

Puede que suga sea un peligroso, pero es un dulce.

Y para poner las cosas más intensas, el mayor no traía una camisa puesta y no hizó el intentó de ponerse una polera. Suga estaba más concentrado en verse bien.

Jimin trató de Fingir como si nada aunque moría de nervios.

—¿D-donde pongo el desayuno?

—Aquí en mi cama y ponte a lado mio para desayunar—dijo mientras se acomodaba en su cama y dejaba mucho espacio para chimchim— ¿o te incómoda?

—N-no me incómoda. —respondio.

Jimin se puso a lado de suga y empezaron a desayunar, todo estaba callado, hasta que jimim era quien habló.

—Suga.....

—¿Que pasa?

—Tengo que irme por un rato.

—¿A donde irás chimchim?

—Arreglar unos asuntos.

Suga no sabía cuáles eran esos asuntos. Por un momento pensó que lo iba a traicionar o algo por el estilo.

—Solo promete algo.

—S-si ¿cual es la promesa? —preguntaba dudoso, tenía miedo en que le pidiera algo malo.

—Prometeme que volverás.—agachaba su mirada al decir eso.