—Basta de esto —Soltó secándose las lágrimas, tomando sus cosas y dirigiéndose a la puerta, antes de salir se giró para mirarme
— Te dejaré tranquilo, descuida; te amo pero no pienso seguir rogando —Salió por la puerta dejándome petrificado en aquella biblioteca, con un dolor de pecho intenso.
Jae Bum yeol
Corrí por todo el colegió hasta pasar la salida y al hacerlo no me detuve, mi casa no estaba tan cerca pero no importaba, la furia compensaba el cansancio mientras corría, quería gritar lo mucho que odiaba la maldita situación con Jinyoung, quería sólo gritar y sacar el coraje que tenía, en ese momento deseé nunca haberlo conocido, deseé regresar el tiempo a cuando esos niños de nuestra clase lo golpeaban sin parar, deseé no haberlo defendido, de haber sido así, no me hubiera sentido de esa forma en la que estaba.
—¡Basta! —Grité a los tontos que golpeaban a esa niña tirada en el suelo.
"No, Jae Bum, deja de torturarte" Me dije a mi mismo.
—¡Oigan! —Me metí entre esos dos para mirar a la pobre chica que... oh, era un niño, como yo él era bonito.
Imbécil, no debía meterme, no me importaba.
—Lárgate, nadie te llamó —Me insultó uno de los chicos, fruncí el ceño ignorándolo y ayudé al niño bonito, antes de que los tontos hicieran algo salí corriendo tomando la mano del abusado y jalándolo conmigo, nos escondí en el armario del conserje, ahí estaríamos seguros hasta que el timbre sonara.
"Él olía a vainilla aquel día"
Sonreí melancólico mientras más lágrimas escapaban de mis ojos.
—¿Estás bien? —El chico con cabello negro no paraba de llorar, se veía asustado así que lo abracé, mamá me lo hacía cuando en la noche no podía dormir por temerle a la oscuridad.
—Descuida... esos niños malos no volverán a molestarte.
"Fue ahí cuando me miró por primera vez"
Me dolía el pecho así que dejé de correr deteniéndome un instante a respirar, hacía frío y no tenía nada con qué cubrirme.
—M-Me llamo Jinyoung —Jinyoung limpió sus lágrimas y me sonrió.
—Yo soy Im Jae Bum —Le regresé mi sonrisa mostrándole mis dientes y achinando los ojos.
Él rio un poco antes de volver a hablar.
—Tu cabeza es gracioso —Sorbió por la nariz sentándose en el piso de aquel armario.
"Mi cabeza de pequeño fue más grande que mi cuerpo" sonreí melancólicamente al recordarme
—Es lo que siempre me dicen —me encogí de hombros sentándome también
— Pero según mamá es porque soy muy inteligente —Sonreí victorioso. Jinyoung rio de nuevo.
—¿Qué edad tienes? —Preguntó.
—Diez, cumpliré once en noviembre —Volví a sonreír pero de una manera graciosa para hacerlo sonreír.
Él se veía tan indefenso y tierno que quise siempre cuidarlo, jamás creí que me enamoraría de él, que patético.
Al llegar a casa me encerré en mi habitación sin desear otra cosa, mis padres trabajaban así que estaba solo, no podía hacer otra cosa más que torturarme con los recuerdos de Jinyoung, comencé por la vez en la que lo había besado por primera vez.
"Esto no es normal" Pensé.
Lo miraba dormir en mi cama, se suponía que nos quedaríamos viendo películas de terror hasta tarde, eso se hacía en las pijamadas, ¿No? Me dispuse a despertarlo con un susto o tal vez podría echarle agua encima sin embargo se veía demasiado bonito y tener esos pensamiento me asustaban, me arrodille cerca de la cama, colocando mis manos en el borde del colchón con su mejilla a la altura de mis labios, me acerqué lentamente para escuchar su respiración, definitivamente estaba en un sueño profundo.
Besé su mejilla, se supone que los amigos pueden besarse las mejillas, ¿Cierto? Incluso si no era correcto lo hice causando en mis labios un picor y una necesidad incontrolable de sentir los suyos, probablemente eran las hormonas de un chico de catorce años.
"No está bien"
Me incliné un poco sintiendo mi estómago contraerse y le solté un pequeño beso en la boca cerrando mis ojos inmediatamente, esperando que Junior no se despertara.
Esperé pero no, no lo hizo y aproveché la ocasión para volver a hacerlo, solté uno, dos, tres, cuatro, cinco besos lo bastante largos para sentir hormiguear mis labios. No debí hacerlo pero después de todo... creo que Jinyoung realmente me gustaba.
Sí, lo quería pero ya todo se terminaba, ya no iba seguir perdiendo mi tiempo, al menos lo había intentado, al menos me quedaban los recuerdos.
Jinyoung
Mi móvil comenzó a sonar despertándome de mi profundo sueño, miré la hora en mi reloj de mesa.
Perfecto, más que genial.
Miré la pantalla de mi celular y una foto de Im Jae Bum apareció. Él me llamaba a las dos de la madrugada, tenía miedo de contestar
¿Ahora qué me diría? ¿Por qué rayos me llamaba a tal hora?
Y... ¿Cómo había conseguido mi número nuevo?
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No me gustan los hombres,Solo me gustas tu
RomanceUna noche Jinyoung y Im Jae Bum terminan teniendo sexo en un auto, esto complica la relación ya que ninguno, jamás en su vida, se consideró gay, Jinyoung se niega a sí mismo serlo y Jae Bum bueno, él esta dispuesto a cambiar su sexualidad por J...