No me gustan los hombres,Solo me gustas tu

nuestro nuevo comienzo

Im Jae Bum

Iba tarde a clase, corría lo más rápido posible, tanto que el pecho me dolía, que mala condición física tenía. Al estar frente a la puerta de mi aula llamé un par de veces con miedo.

—Señor, Im Jae .

La profesora de química me miró amablemente después de abrir, eso ya era un punto a mi favor.

—Siento llegar tarde, no se repetirá .

Mi respiración era acelerada y me dolía la garganta. Por detrás del cuerpo de la profesora una mano se alzaba, fijé mi vista en ese delgado y estilizado brazo, fui bajando para toparme con una sonrisa preciosa. Era Jinyoung saludándome.

—De acuerdo pero tendrá que entregar un resumen de los quince minutos que perdió de clase.

Asentí enérgicamente y cuando por fin pasé me senté cerca de Junior .

***

—Descuida, te ayudaré con el resumen pero... ¿Por qué llegaste tarde?

Jinyoung caminaba a mi lado, íbamos a la clase de gimnasia, la peor de todas... bueno la segunda peor porque la primera era matemática.

—Me quedé dormido ¿Por qué no me llamaste para despertarme?

Me quejé. Se detuvo de caminar y yo también lo hice, colocó sus manos en mi cabeza para acomodar mi cabello.

—Lo hice, como cien veces, revisa tu teléfono.

Mientras me peinaba con sus dedos, envolví su cintura con mis brazos atrayéndolo hacia mí y juntando nuestras frentes. Aún no me creía que él estuviera conmigo y no podía evitar preguntarme qué sería de nosotros si esto no funcionaba ¿Entonces sería el adiós definitivo? Mierda, no quería perderlo, me aferré con más fuerza a su cuerpo.

—¿Qué pasa?

—Pasa que te amo.

Lo miré, sus mejillas habían adoptado un lindo sonrojo pero no estaba seguro si era por el par de chicos que pasaron cerca de nosotros o porque realmente lo ponía nervioso el hecho de que lo tocara y dijera cosas lindas.

—Te amo también.

—¡Sí sí sí, muy hermoso todo pero la clase está por comenzar así que apresúrense! –Kunpimook pasó corriendo a nuestro lado. Maldito Kunpimook, iba a matarlo por arruinarme la atmosfera.

Él ni siquiera estaba en nuestra clase, de seguro iba camino a danza.

Jinyoung empezó a reír mientras se apartaba de mí.

—Tiene razón, hay que darnos prisa.

Empezó a caminar.

Dios, solo quería estar con él, no quería estar en el colegio sino en casa con él.

—¿Y si no vamos? –Lo detuve tomándolo de la muñeca.

—¿De qué hablas? Por supuesto que hay que ir.

—No realmente, podemos decir que estábamos en la enfermería, vayamos al patio, es nuestro segundo día como novios oficiales de nuevo, quiero estar un rato contigo.

Se lo pensó un momento, suspiró varias veces, giró sobre sí mismo una y otra vez y por fin habló.

—Bien pero donde nadie nos vea.

Mi pecho dolió un momento ¿De nuevo quería esconderse?

—Pero...

—No es nada de lo que estás pensando, idiota; si alguien nos ve y le dice a algún profesor estaremos muertos.