Una noche Jinyoung y Im Jae Bum terminan teniendo sexo en un auto, esto complica la relación ya que ninguno, jamás en su vida, se consideró gay, Jinyoung se niega a sí mismo serlo y Jae Bum bueno, él esta dispuesto a cambiar su sexualidad por J...
–No me llames " kim ", estoy enojado contigo, es más, no me hables.
Puse mis ojos en blanco, necesitaba sacarlo de la cama para así llevarlo a desayunar algo.
–Oye, no te ofendas, mi amor,
kim yugyeom estaba enfado conmigo ya llevaba tres días, ¿La razón? Pues le había comprado un perrito hacía un par de semanas, terminé devolviéndolo a la tienda donde lo compré porque kim yugyeom olvidaba alimentarlo y bañarlo, lo peor es que el chiquitín llenaba de su popó todo lo que fuera mío.
Lo vi levantarse de mal humor y caminar al armario, el malvado se desnudó frente a mí sabiendo que llevaba tres días sin poder tocarlo y me estaba volviendo loco.
–¿Qué más quiere el niño ? –Preguntó una vez que estuvo vestido.
–Por favor no te enfades.
Lo vi fruncir el ceño.
–Vete a la mierda, jungkook.
Solté un suspiro de frustración.
–¿Por qué haces de esto un problema grande cuando en realidad no es tan importante?
–¡Porque ese perrito iba ayudarme a entrenar!
¿Entrenar?
–Cuando tú y yo nos cacemos adoptaremos un bebé y tendremos que cuidarlo muy bien y darle mucho amor, es cierto que muchas veces olvidé alimentarlo y ducharlo pero apenas estaba aprendiendo, ¿Sí? –Soltó esto con sus ojos bien puestos en los míos.
El corazón se me encogió. Lo atraje hacia mí y dejé un par de besitos en sus labios.
–Te aseguro que cuando ambos seamos más maduros, lo haremos, vamos a casarnos y formaremos una familia hermosa, el bebé que adoptemos llevará el nombre que decidas y te prometo que juntos aprenderemos a cuidarlo, seré el mejor esposo para ti y el mejor padre para él o ella –Besé su nariz–. Pero por ahora sólo disfrutemos el uno del otro, no te preocupes por nada más, ¿De acuerdo? –Lo consolé.
kim yugyeom guardó silencio unos segundos para terminar por asentir
–Bien, ¿Qué quieres desayunar?
–Ya comí –Me sonrió pícaramente.
–Me mentiste, no dejaste de comer.
–Por supuesto que no, la comida es deliciosa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.