Una noche Jinyoung y Im Jae Bum terminan teniendo sexo en un auto, esto complica la relación ya que ninguno, jamás en su vida, se consideró gay, Jinyoung se niega a sí mismo serlo y Jae Bum bueno, él esta dispuesto a cambiar su sexualidad por J...
Ese día lo había pasado recordando toda mi historia con Jinyoung, caminé un par de cuadras fuera de la universidad hasta dar con la tienda que quería, debía admitir que había ahorrado demasiado para ese momento, el momento de comprarle su anillo a Junior .
cuanto compré la sortija , regresé a nuestro me sentía el hombre más completo de la tierra, aún si no sabía la respuesta de Jinyoung, me sentía completo porque ya había encontrado al amor de mi vida, porque estaba cien por ciento seguro de que no existiría otra persona en el planta tierra que me complementara tanto.
Al llegar lo encontré tendido sobre su cama usando únicamente bóxer y camiseta, estaba dormido, si algo sabía con certeza era que siempre que lo veía, me parecía el ser más hermoso.
Me acosté a su lado dejando la cajita con el anillo en la mesita de noche, acaricié su caderas mientras mi rostro se hundía en su cuello y respiraba profundamente el aroma de Jinyoung. Comencé a dejar besitos en su piel apartando un poco la tela de su camiseta, tela que me estorbaba para besarle las clavículas y los hombros, él se removió y se giró para quedar de costado cara a cara conmigo.
En ese momento sus ojos negros se abrieron y me miraron como todas al veces que me decía que me amaba.
–Te desperté, lo siento –Susurré pasando mi mano por su mejilla rosa.
–No importa, me encanta despertar así –Se apegó a mí y me abrazó resguardando su cuerpo en el mío, Jinyoung eran pequeño a comparación mía.
Lo tomé de la quijada para levantar su rostro y poder besar sus labios, no iba soltarlo, no dejaría que se apartara. En un movimiento me coloqué sobre él recargando mis manos a los laterales de su cabeza apoyándolos contra el colchón.
–Jinyoung, te amo. Lo digo de verdad.
Volví a besarlo esta vez succionando sus labios, hundí mi lengua en su boca en un beso demandante que pronto se aceleró, Jinyoung abrió sus piernas y me colocó entre ellas, tras incorporarme las acaricié, estaban desnudas y la piel suplicaba por ser probada.
Solté pequeños besos, pronto tuve la necesidad de marcarlo por completo, era mío y todos en esa maldita universidad lo sabían pero incluso con eso no me sentía satisfecho, dejar marcas en su cuerpo significaba algo más para mí.
Me deshice como pude del estorboso bóxer y no dudé un segundo en comenzar a chupar la piel de su vientre, de sus caderas, esas caderas que me enloquecían, subí por su abdomen sin quitarle la camiseta, sólo la iba levantando conforme besaba y es que me parecía en extremo sexy la manera en la que está le quedaba enorme y me encantaba saber que llevaba puesta mi ropa, mío, tan mío.
– Jae Bum... Yo –Lamí la punta de su miembro interrumpiendo lo que fuera a decirme.
Jinyoung estaba echo gemidos y jadeos, se retorcía en la cama ante mi toque y no había mejor sensación.
Volví a besar sus labios delineando con mi lengua sus comisuras, chupando su lengua y tocando su intimidad con una de mis manos.
–Cásate conmigo, bebé. –Susurré
Apreté más fuerte su miembro aumentando la velocidad
– Jae Bum... Nhg...
–Dilo, sólo tienes que decir "Sí".
Bajé mis boca a su cuello donde hice un par de chupones.
–So-Somos muy... Ahhh... Jóvenes.
Detuve mi movimiento para mirarlo a la cara.
–¿Qué más da cuando planeamos estar juntos por siempre? Además, no lo haremos ahora, será en un año cuando me gradúe y tenga mi empleo, de esa forma podré darte la vida que mereces.
–A mí todavía me faltan un par de años.
–Pues nos casaremos y mientras tú terminas de estudiar yo iré ahorrando todo mi sueldo para comprar una casa o departamento, como lo prefieras.
Soltó un suspiro de preocupación.
–¿Crees que estamos listos para dar ese paso? –Su mano acarició mi mejilla.
–Jinyoung, yo sólo sé que te amo y que quiero hacerte mi esposo cuanto antes.
Sonrió con ternura regalándome una hermosa vista.
–Entonces sí –Me dio un besó– quiero casarme contigo, Jae Bum.
Después de hacerle amor un par de veces le mostré el anillo de oro que había comprado y felizmente lo coloqué donde debía ir.
Ahora sólo nos quedaba esperar porque lo mejor estaba por venir, para ambos.
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